El Gobierno convierte el canal de delación de radicales islámicos en uno de denuncias a la ultraderecha
El sistema para canalizar la información ciudadana sobre posibles casos de radicalización instaurado por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2015 ha dado un giro. Desde la llegada de Podemos al Gobierno de España, lo que comenzó siendo un sistema para denunciar el radicalismo islámico se ha transformado en una vía para avisos sobre la extrema derecha.
Así se refleja en la documentación oficial que ofrece a OKDIARIO el Centro de Coordinación de Información Sobre la Radicalización (CCIR). Los datos de este organismo público arrancan en diciembre de 2015, fecha de inauguración del centro, hasta noviembre de 2021. En total, se han recibido 16.723 comunicaciones, de las cuales 2.796 se han considerado de interés al aportar datos para prevenir, detectar o neutralizar cualquier tipo de casos de radicales violentos.
Del estudio tipológico de las comunicaciones totales consideradas de interés, que han sido tratadas y gestionadas por el centro, se hace una clasificación porcentual por categorías y año de recepción de las comunicaciones.
Los primeros años la amenaza yihadista era del 100% o del 99% sin contar la categoría residual «otros». Sin embargo, desde 2020 han crecido las llamadas y avisos por sospechas relacionadas con la extrema derecha y la extrema izquierda. En particular, la primera de ellas ha crecido en mayor medida. Como telón de fondo, la polarización que ha llegado a la política española desde la irrupción de Podemos. En los últimos meses precisamente se han detectado envíos rocambolescos de cartas con balas, ataques a sedes de partidos y otro tipo de sucesos llamativos.
El 22,5% del total
En el 2020 la amenaza los casos de interés policial por posibles movimientos radicales de extrema derecha pasaron de representar el 0% al 9,22% del total ese año (141 avisos). En 2021, hasta noviembre se han computado 120 avisos y los relacionados presuntamente con radicales de extrema derecha son el 22,50% del total.
En cuanto a las amenazas vinculadas a posibles casos de radicales comunistas, anarquistas y demás ideologías de extrema izquierda han pasado del 0% en 2019, al 3,55% en 2020 y al 13,33% en 2022.
Por otra parte, desde este departamento adscrito al Ministerio del Interior se subraya que «no es una oficina de recepción de denuncias, sino un centro donde el ciudadano puede aportar cualquier información que considere sobre posibles casos de radicalización y/o problemática social, ayudando a prevenir, detectar y neutralizar brotes o focos de radicalismo violento».
El plan Stop Radicalismos fue impulsado por el ministro Jorge Fernández Díaz, inspirado en otros proyectos similares en Francia (el «teléfono verde»), Inglaterra o Estados Unidos. El objetivo era muy claro: detectar a posibles terroristas yihadistas del Estado Islámico antes de que actuasen. Cualquier ciudadano que detecte algo raro en su entorno tiene a su disposición estas vías para alertar de forma anónima y confidencial. Redes de captación, mensajes sospechosos, movimientos extraños, viajes a zonas de conflicto como Siria… cualquier pista es buena para que los agentes frenen acciones terroristas. Entonces se afirmó que había 140 españoles combatiendo con el ISIS. Se abrió un buzón en Internet y un teléfono gratuito (el 900 822 066).
«A veces, un detalle –por pequeño que parezca– puede ser clave a la hora de resolver un problema más grande. Aquí tienes todos los canales para comunicar cualquier indicio que pueda derivar en radicalización o conducta extremista, intransigente o de odio por razones racistas, xenófobas, de creencias o ideológicas. También puedes comunicar casos de radicalización en individuos o grupos que hayan desaparecido hacia zonas de conflicto. Utiliza cualquiera de estos canales. Ayúdanos a que España siga siendo un país seguro», reseña la web.