Convención nacional

Génova programa actos menores con Rajoy y Aznar para que no intervengan en la convención en Valencia

José María Aznar Mariano Rajoy
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

A menos de un mes de que se celebre la convención nacional, que servirá para lanzar definitivamente la alternativa a Pedro Sánchez, el PP ultima el detalle del programa. Será una cita de futuro, aunque ello no implica que la cúpula ‘popular’ prescinda del legado de sus antecesores, José María Aznar y Mariano Rajoy. Génova, como ha podido saber OKDIARIO, ha invitado a ambos ex presidentes a participar durante toda la semana de la convención, que arrancará el 27 de septiembre en Galicia y concluirá con el gran acto de Valencia los días 2 y 3 de octubre. Esto implica que Aznar y Rajoy podrán elegir su presencia en cualquiera de las citas previas al cónclave final, y que tendrán lugar de manera itinerante en Santiago de Compostela, Valladolid, Madrid, Córdoba y Cartagena. De esta manera Génova evita que ambos ex presidentes intervengan en el acto de Valencia.

El PP prepara la convención como «un punto de partida en el que tener preparadas todas las reformas que España necesita», y no una serie de actos convencionales. Habrá debates con expertos de la sociedad civil, en mesas sobre libertad individual, igualdad de oportunidades, educación, crecimiento y empleo y, en Valencia, debatirán sobre las conclusiones, con ministros y dirigentes del partido -también de los Gobiernos de Aznar y Rajoy- para unificar a “todas las generaciones que han trabajado por España”. Fuentes de la dirección de Pablo Casado aseguran que el formato de participación de los ex presidentes aún no está cerrado.

En la convención de 2019 -bautizada como la del «rearme ideológico»- la presencia y sobre todo el protagonismo de Aznar y Rajoy acapararon la atención mediática. Finalmente no hubo foto conjunta. Los ex presidentes -ambos con discurso- intervinieron en días diferentes. Fuentes de la dirección nacional afirmaron entonces que lo importante era que dos figuras clave del partido estuviesen en el cónclave apoyando al nuevo líder del PP en un momento especialmente crítico por la fragmentación del centroderecha.

Aquella convención se celebró unos meses después de que Casado ganase el congreso a Soraya Sáenz de Santamaría y aún en un momento convulso en Génova. Ahora, las circunstancias son bien distintas: el presidente del PP ha sabido imponer su perfil propio, cerrar frentes territoriales y acallar las críticas por la supuesta crisis de liderazgo.

En este tiempo, Casado ha marcado distancias con la oscura etapa de la corrupción. Pero ello no implica evitar el pasado del partido. Al contrario. Recientemente, coincidiendo con el 25 aniversario del primer triunfo del PP en unas elecciones generales, avisó que «pinchan en hueso los que pretendan dividir a la nueva generación» con sus predecesores. También desde la tribuna del Congreso ha aprovechado para enfatizar el trabajo de los ex presidentes, especialmente en el ámbito económico. «En 1999, Aznar consiguió que fundáramos el euro, en 2009 Zapatero dejó una devastación económica y una agenda de división moral y territorial, y en 2019, Sánchez se dedicó a la exhumación de Franco y a pactar con batasunos e independentistas. En medio de ambos, Mariano Rajoy logró evitar la quiebra de España», afirmó hace unos meses en una sesión parlamentaria.

La presencia de Rivera

Otra de las presencias más comentadas, la de Albert Rivera, aún no está cerrada, como avanzó OKDIARIO.

Este lunes, en un desayuno informativo, Casado ha señalado que el ex presidente de Ciudadanos está ahora al frente de un despacho de abogados con el que el PP ha colaborado para la presentación de algún reciente recurso de inconstitucionalidad y ha destacado su «gran labor» al frente del mismo, pero ha recordado que el propio Rivera ha dicho que no quiere tener participación política.

El ex dirigente naranja mantiene una relación cercana con el presidente ‘popular’, lo que, en varias ocasiones, ha llevado a la cúpula del partido a aclarar que el contacto se limita a esos trabajos, negando que ejerza como su asesor personal. Sin embargo, en varias ocasiones se le ha situado en la órbita de influencia del líder ‘popular’. Una idea impulsada por el propósito de Génova de convertirse en la «casa común» del votante del centroderecha. En este contexto, el ex líder de Ciudadanos serviría para canalizar el voto del partido liderado ahora por Inés Arrimadas y transmitir el mensaje de que sólo Casado es alternativa.

El PP llega a su convención impulsado por la fuerza de las encuestas, que lo sitúan como claro vencedor de unas eventuales elecciones generales. Según el último sondeo de Data10 para OKDIARIO, los ‘populares’ lograrían 131 escaños, lo que les permitiría firmar una holgada mayoría absoluta con Vox (51). Pedro Sánchez apenas sacaría 98 diputados.

Una amplia victoria que se ve lanzada por el trasvase de voto desde Ciudadanos. El PP absorbe ya al 34% de los que apostaron por Rivera en 2019.

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