El PP avanza en el diseño de su gran convención de otoño con Albert Rivera aún fuera del cartel
El Partido Popular centra el inicio del curso político en los últimos detalles de la Convención Nacional, que se celebrará en Valencia los días 2 y 3 de octubre. Una cita clave en la que el partido de Pablo Casado quiere presentarse definitivamente como «la única alternativa posible al desgobierno», como este lunes ha anunciado el secretario general del PP, Teodoro García Egea. La convención arrancará en Santiago de Compostela el 27 de septiembre y será itinerante, pasando por Valladolid, Córdoba, Madrid y Cartagena. El partido prepara mesas redondas con «expertos de la sociedad civil», que servirán para perfilar sus propuestas en distintos ámbitos. La idea de que uno de esos expertos sea Albert Rivera planea desde hace tiempo en Génova. Sin embargo, fuentes de la dirección aseguran que, a un mes del cónclave, la participación del ex líder de Ciudadanos en el programa no está aún cerrada.
Rivera mantiene una relación cercana con el presidente ‘popular’, Pablo Casado, y a través de su despacho ha llevado a cabo una serie de recursos que ha ido presentando la formación política. En varias ocasiones, la cúpula del partido ha aclarado que el contacto se limita a esos trabajos, negando que ejerza como asesor personal del líder del PP. Sin embargo, en las mismas ocasiones se ha situado a Rivera en la órbita de influencia del líder ‘popular’. Una idea propiciada por el mensaje de Génova de configurarse como la «casa común» del votante del centroderecha, en la idea de desalojar a Sánchez de La Moncloa.
Quienes sí están ya invitados son José María Aznar y Mariano Rajoy. A los ex presidentes se les ha cursado ya una invitación formal ofreciéndoles participar durante toda la semana del cónclave. Cabe recordar que Aznar y Rajoy no coincidieron en la Convención Nacional celebrada en 2019 -y calificada como la convención del «rearme ideológico» del PP- ya que decidieron participar en días diferentes. En esta ocasión, podría ocurrir algo similar. El partido está cerrando también a ministros y dirigentes de sus Gobiernos, que formarán parte de las distintas mesas de debate de ideas de las que se extraerán las conclusiones finales.
Encuestas a favor
El PP no oculta su entusiasmo por las últimas encuestas, que les otorgan un amplio resultado con el que llegar a La Moncloa con apoyo de Vox.
Según el último sondeo de Data10 para OKDIARIO, los ‘populares’ lograrían 133 escaños -42 más que en la actualidad-, lo que les permitiría firmar una amplia mayoría absoluta con el partido de Santiago Abascal. El PSOE, en caída libre, se quedaría con 99 diputados (21 menos).
«Estamos ya diseñando los primeros consejos de ministros con Pablo Casado como presidente del Gobierno», ha asegurado este lunes García Egea, tras el primer Comité de Dirección del nuevo curso político.
Para ello, la convención será el paso fundamental. Génova ha programado mesas en distintos ámbitos temáticos, como libertad individual, educación o crecimiento y empleo, de las que saldrá una batería de ideas que contraponer a la gestión de Pedro Sánchez.
Egea ha señalado que España elige la «fiabilidad» del PP frente al Gobierno «más radical y más caro de la historia». Y, en este contexto, ha insistido en que su formación está en el «punto de salida» mientras que en frente tienen un Ejecutivo «desaparecido», «errático» y «fallido».
En las últimas semanas, los ‘populares’ han centrado su labor de oposición en el precio histórico de la luz, en el incumplimiento del objetivo de vacunación -Sánchez preveía tener inmunizado ya al 70% de los ciudadanos el pasado 18 de agosto- o, más recientemente, el operativo en Afganistán.
«A Sánchez le sobraba el Ministerio de Defensa y ahora le sobran todas las medallas que pretende ponerse con el esfuerzo de los demás», ha declarado el dirigente del PP.
Con la maquinaria a punto, el partido piensa en sus propuestas de gobierno. Como enmendar el despilfarro que el Ejecutivo socialcomunista genera a las arcas del Estado. Como publicó OKDIARIO, Casado se prepara para acometer un drástico recorte en el número de asesores ‘a dedo’.