El líder de Izquierda Unida envía una carta a la presidenta de la Cámara Baja quejándose de la "inestabilidad y la precariedad"

Garzón, que echó al 60% de su plantilla, exige a Pastor mejores condiciones para la del Congreso

garzon-venezuela
Alberto Garzón (Foto: Efe)

El coordinador federal y portavoz parlamentario de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha enviado este jueves una carta a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, en la que denuncia las condiciones laborales del personal de limpieza y restauración de la Cámara Baja. Sin embargo, el partido que lidera Garzón echó a todos sus trabajadores madrileños, a los que debía varias mensualidades, hace justo ahora dos años.

Los problemas económicos de IU vienen de lejos, y hay que buscarlos en sus malos resultados electorales tanto en 2011 como 2015, antes de unirse a Podemos, que hicieron reducirse considerablemente sus subvenciones públicas.

Parece que estos acontecimientos relativos a su antigua plantilla no han pesado para Alberto Garzón a la hora de erigirse en defensor de los derechos de los trabajadores del Congreso.

Y es que como decimos, ha solicitado a través de una misiva a Ana Pastor que “que ponga todos los medios a su alcance para garantizar unas condiciones laborales dignas al personal de restauración y limpieza” de la Cámara Baja, “con especial atención a los cambios que se dan en la época estival y en aquellas ocasiones en las que la actividad plenaria y de comisiones disminuye”.

Garzón también le expresa a Pastor en su misiva que de no «tomar cartas en el asunto de inmediato» el Congreso de los Diputados «estaría siendo cómplice de la precariedad laboral, la temporalidad y unas condiciones poco dignas y poco ejemplares de trabajo para dos cuerpos profesionales fundamentales para la buena marcha de las Cortes Generales y que, sin embargo, suelen resultar invisibilizados”.

Primeros impagos en 2014

En 2014, la federación madrileña, que dirigía Eddy Sánchez, presentó un ERTE en el mes de julio, que obligaba a una bajada del 50% del sueldo de sus empleados, para tratar de rebajar su deuda que por entonces ascendía a 2,5 millones de euros. Además dejó a dos de ellos en la calle.

Ya entonces, sus trabajadores denunciaban en diversos medios que la formación hubiera recurrido ante el Tribunal Constitucional la reforma laboral del PP y después se hubiera servido de ella para indemnizar a sus propios empleados con solo 20 días por año trabajado y sin reunirse con ellos previamente.

Algunos iban más allá y denunciaban que tras tres meses de impagos en ocasiones se les había llegado a abonar su sueldo en sobres. La situación era tan insostenible que el Estado reclamaba 962.718 euros a IU por no pagar la Seguridad Social de sus trabajadores.

Despidos en 2015

El 31 de julio de 2015 IU Madrid comunicaba a todos sus trabajadores, 11 por aquel entonces, que estaban despedidos y se cerraba la sede. El motivo que esgrimieron era no tenían ingresos desde el 24 de mayo tras perder la representación en la asamblea de Madrid en los comicios autonómicos.

Se les comunicaba también que sería imposible abonarles los sueldos correspondientes a junio y julio, aunque a algunos se les adeudaban también abril y mayo. Varios de los trabajadores enviaron una carta a los máximos líderes nacionales en ese momento, Cayo Lara y Alberto Garzón, explicándoles su situación, pero no obtuvieron respuesta.

Para no hacerse cargo de la deuda, IU federal llegaba incluso a romper con la federación de Madrid y a desvincularse legalmente de ella.

2016, reducción del 60% de la plantilla

A inicios del pasado año, la situación del partido de Alberto Garzón era tan grave a nivel estatal que en febrero el Consejo Político Federal aprobaba un plan de ajuste económico que implicaba despido del 60% de su plantilla laboral y la bajada del sueldo al resto de trabajadores. De esta manera, se pasaba de 22 personas contratadas a tan solo nueve.

El plan también incluía renegociar con los bancos la deuda de nueve millones de euros del partido, que debido a la pérdida de subvenciones por no poder formar grupo propio en el Congreso tras las generales de diciembre iban a aumentar hasta los 11 millones por el denominado ‘mailing’ electoral, en el que gastó cerca de dos millones en esa campaña electoral.

 

Se desconoce de momento si la carta del líder de IU ha provocado alguna reacción por parte de Ana Pastor o de alguno de sus ex trabajadores.

Lo último en España

Últimas noticias