Los españoles no se rinden: abarrotan el Templo de Debod contra la amnistía y los pactos de Ginebra
Multitudinaria, pacífica y enérgica manifestación tras la reunión clandestina de Suiza
Feijóo: "Habrá muchas más manifestaciones mientras no restablezcamos el Estado de Derecho en nuestro país"
El rechazo a la amnistía y a los pactos que se negocian en el extranjero bajo el amparo de un mediador internacional mantiene su aliento en la calle. Un día después de la primera reunión clandestina entre el PSOE y los de Carles Puigdemont en Ginebra, miles de españoles han vuelto a manifestarse contra el precio que Pedro Sánchez ha decidido pagar para seguir en La Moncloa a condenados, procesados y fugados por el golpe contra el orden constitucional de 2017. Ha sido en la madrileña explanada del Templo de Debod, un templo egipcio regalo de Naser a España para salvarlo de la presa de Asuán, a apenas 500 metros de la sede socialista de Ferraz.
Convocada en esta ocasión por el PP, otra marea humana pacífica pero enérgica, salpicada de banderas de España y pancartas retratando a Sánchez como «traidor», ha querido hacer oír su voz. Un grito frente a la mayoría parlamentaria levantada por el líder del PSOE tras presentarse a las elecciones con la promesa de que nunca habría amnistía porque era inconstitucional. Convicción que, como tantas, cambió por la opuesta en cuanto salió de las urnas necesitando, sí o sí, los votos de los 7 diputados de Junts.
Sánchez exhibe la mayoría en el Congreso para defender que la impunidad de sus socios es legítima y necesaria para la «convivencia» y el «reencuentro», eufemismos con los que trata de ocultar el pago de un chantaje político. Sin embargo, multitud de españoles siguen saliendo a la calle semanas después para demostrar que la amnistía se va a aprobar sin haberse consultado a la ciudadanía. Paradoja en un líder y un PSOE que presumen de democracia popular en la elección de sus cargos y el refrendo de sus pactos de gobierno, pero del que la amnistía ha sido excluida. No hay voz para el pueblo ante una ley que borra de un plumazo los delitos de los políticos a los que Sánchez necesitó para ser investido. Para denunciar esa mordaza ha sonado el clásico de Patti Smith People Have The Power mientras José Luis Martínez-Almeida, Isabel Díaz Ayuso y Alberto Núñez Feijóo llegaban al Templo de Debod.
Pero la amnistía, el vaciado del historial penal de los delincuentes convertidos en socios de legislatura del PSOE, ya no es el único motivo que moviliza la protesta cívica. La opacidad que envuelven las citas en Ginebra siembra dudas sobre los contenidos de la negociación, en la que el referéndum, una vez conseguida la amnistía, es el objetivo de los en su día condenados por sedición. Todo ello bajo el auspicio de un verificador internacional, experto en mediar en conflictos armados, que Feijóo ha considerado «una humillación insoportable».
Los discursos
Feijóo ha anunciado que el PP seguirá manifestándose en la calle porque «nos quieren quietos y callados mientras dicen que actúan en nombre de España, nos quieren mansos y sumisos como se comportan ellos con el independentismo». El líder del PP ha pedido al Gobierno que si no le gustan estas manifestaciones «que se preparen porque habrán muchas más mientras no restablezcamos el Estado de Derecho en nuestro país». «Vamos a derribar el muro que quieren construir para partirnos en dos. Y lo vamos a hacer con la Constitución española, la de todos, la obra más importante que ha hecho España en siglos», ha prometido a tres días de que la Carta Magna celebre su 45 aniversario.
Ayuso ha destacado que la izquierda ataca Madrid porque detesta la unidad de España, pero «vamos a plantar cara a este Gobierno cueste lo que cueste, en los parlamentos y en las calles». «Vamos a defender día a día aquello en lo que creemos, porque somos más y tenemos razón», ha sentenciado, ya que «esto ya no va de izquierdas o derechas». «Decir no a la amnistía es defender la democracia y la Constitución. Es defender a España», ha zanjado.
Martínez-Almeida ha recalcado que «los enemigos de la Constitución nunca han estado tan cerca de conseguir sus objetivos», pero ha asegurado que no será un paréntesis en la historia de España. «Es nuestro futuro, nos ampara a todos y la vamos a defender aquí, en Madrid, y en Waterloo o Ginebra», ha proclamado antes de lanzar una promesa: «Acabaremos con el sanchismo, que a nadie le quepa duda».