El enésimo director de El Mundo (150 periodistas) escocido porque OKDIARIO con 31 le vuelve a ganar
OKDIARIO fue el primer medio de comunicación del mundo en informar de que el joven español Ignacio Echeverría era una de las ocho personas asesinadas por los yihadistas el pasado fin de semana en Londres. Nos adelantamos 24 horas a la confirmación oficial. Teníamos todas las pruebas encima de la mesa para publicar, más allá de toda duda razonable, con un 100% de seguridad, que el ciudadano de Las Rozas era uno de los fallecidos en el nuevo atentado yihadista. Este periódico cumplió con el fundamento del periodismo: buscar la verdad y contarla. Con sumo respeto a la desolación que provocaba el asesinato del ejemplar ejecutivo español del HSBC. Nada nos hubiera gustado más que dar la primicia diametralmente opuesta: que el héroe del London Bridge estaba vivo, herido pero con vida, y que más pronto que tarde estaría con los suyos.
El éxito periodístico ha levantado ampollas en la competencia. Francisco Rosell, quinto director de El Mundo en cuatro años, más conocido en su redacción como «el adjunto a Antonio Fernández-Galiano (presidente de Unidad Editorial)», ha editorializado sobre OKDIARIO para, sin citarlo, esconder su incompetencia profesional tras el argumento de absurdos protocolos. «Por nuestra parte, como medio de comunicación responsable -escribe en el editorial-, el único protocolo que hemos seguido ha sido el de publicar la noticia de la muerte de Echeverría cuando hemos tenido la confirmación oficial tanto del Ministerio como de la familia, a pesar de que desde el lunes existían ya indicios de la fatal noticia. A una negligencia policial no debe acompañarle otra periodística».
Sin embargo, en la búsqueda de la verdad no hay más protocolo que el hallazgo de las pruebas irrefutables que la confirman. El Mundo reconoce que solo tenía «indicios»; OKDIARIO disponía de la noticia confirmada y contrastada por varias fuentes. Por eso la ofreció a millón largo de lectores diarios. La Policía española había enviado las huellas de Echeverría a Scotland Yard que, tras cotejarlas con las del cadáver, confirmaban la identidad del joven español el mismo lunes por la tarde. Lo supimos nosotros de fuentes oficiales españolas y británicas y lo sabía la familia desde el día 5 a media tarde. El adjunto a Antonio Fernández-Galiano no se había enterado de nada. Es más, anteayer mismo, cuando este diario había publicado la exclusiva que jamás nos hubiera gustado dar, se lamentaba con sus colaboradores: «No sabíamos nada, no sabíamos nada».
Esto es lo que debería preocupar a nuestro querido colega: cómo un periódico con casi 30 años de historia y alrededor de 150 profesionales en plantilla solo consiguió «indicios [sic]» mientras OKDIARIO, con 31 periodistas y sin haber llegado aún a sus dos años de vida, se hacía con las pruebas definitivas. Requisito que lo legitimaba para publicar una información que tenía en vilo a toda España y que, desgraciadamente, ratificaron el Foreing Office y Exteriores un día más tarde.
¿Negligencia periodística por no esperar a la confirmación oficial? No. Es el éxito de la ecuación perfecta. Es una cuestión de costes, talento y, consecuentemente, eficiencia. Que no es lo mismo que negligencia.