La empleada del hogar de Rosell: «En vacaciones me obligaba a cuidar de su conejo y regar las plantas»
Simona Chambi explica en una entrevista exclusiva a OKDIARIO que, durante sus períodos de vacaciones, la podemita Victoria Rosell y su pareja, Carlos Sosa, le obligaban a acudir todos los días a la vivienda familiar para dar de comer al conejo de la familia y regar las plantas. La actual delegada del Gobierno contra la Violencia de Género se mostró «poco respetuosa» con los derechos laborales de su empleada del hogar: ni siquiera la dejaba descansar durante sus vacaciones de la época estival.
Simona ha denunciado a la pareja por despido «improcedente», y es que Carlos Sosa se lo comunicó por whatsapp el pasado mes de junio, cuando la mujer de nacionalidad boliviana se encontraba de baja por enfermedad, después de trabajar para ambos como empleada del hogar durante más de ocho años.
Entre lágrimas, Simona Chambi explica a OKDIARIO que nunca pensó que terminaría ante una situación así. Ella sólo pidió a la pareja una indemnización acorde con la cuantía que le corresponde por los largos años trabajados. Pero Carlos Sosa sólo le ofreció una indemnización de 833 euros. No había vuelta atrás. Habían decidido prescindir de sus servicios y eso era lo que le correspondía, según Rosell y Sosa.
«Déjeme que consulte con un profesional», respondió la empleada del hogar, que se había quedado boquiabierta tras recibir la noticia. «Yo no me lo esperaba», asegura. En ese momento se encontraba con su hija, que había escuchado la conversación porque la empleada del hogar, que padece problemas del oído, tenía el teléfono en altavoz.
Después de que Simona Chambi denunciara estos hechos ante un Juzgado de lo Social de Las Palmas de Gran Canaria, la juez Victoria Rosell ha optado por acusarla de extorsión y de actuar en connivencia con el partido político Vox. Simona se lleva las manos a la cabeza: «Yo no sé de política», explica. Sin embargo, tuvo que acudir a declarar a las dependencias de la Policía Judicial, tras recibir una denuncia de la podemita. Eso es lo que más le ha dolido.
A partir de ese momento, decidió contar toda la verdad: que Victoria Rosell y su pareja le pagaron en «dinero negro o ‘b’» durante varios meses, durante los cuales trabajó para la familia sin contrato y sin estar dada de alta en la Seguridad Social. En ese momento su abogado, atónito ante lo que escuchaba, le preguntó: «¿Por qué no me había contado eso?». Simona respondió: «Doctor (como llaman a los letrados en Bolivia) yo no quería hacer daño, sólo reclamaba mis derechos».
Sin vacaciones
Simona asegura en una entrevista concedida a OKDIARIO que en el mes de agosto, cuando Rosell viajaba junto a toda la familia a Valladolid, donde tiene una casa, le llamaba para hacer tareas del hogar pese a que Simona también se encontraba en su periodo de vacaciones.
«Me llamaba y me decía, ¿Simona puedes ir a regar las plantas, a echar un ojo a la casa? Y yo siempre iba». Nunca le decía que no, por miedo a que la despidiese por «no obedecer» las órdenes de su jefa. Ella vive a «tres cuadras» (calles) del chalé de la familia. Entonces, iba a diario durante sus vacaciones. Chambi asegura que Rosell tenía un conejo al que tenía que alimentar todos los días. La podemita ahora niega que tuviese el animal, pero su empleada lo recuerda como si se tratase de ayer: «Claro que existía, se puso gordo como un gato de tanta comida que me obligaba a darle».
Una amiga que trabajaba limpiando una casa contigua a la de Rosell le decía: «Oye, estamos en agosto, ¿qué haces tú aquí, por qué no respetan tus vacaciones?» y Simona le respondía que le habían ordenado regar las plantas. Ahora recuerda entre risas lo que su compañera le advirtió: «Algún día te lo van a pagar mal».
Su abogado, Federico José Vicente Marín, manifiesta que van a reclamar las tareas y horas extras desempeñadas en sus vacaciones. Un hecho que debe valorarse en la indemnización para recuperar los días de descanso de los que no disfrutó.
Ahora, entre risas y resignación, Simona y su abogado recuerdan las palabras de Victoria Rosell en un acto en las Islas Canarias, al que asistió Pablo Iglesias y Alberto Rodríguez, y ella pronunciaba: «No se puede contra las injusticias laborales, empresariales, machistas, contra el patriarcado…».