Crimen de Alcàsser

El criminólogo de Alcácer muere sin dejar instrucciones sobre el vídeo que probaría la conspiración

Juan Ignacio Blanco, el famoso criminólogo que articuló la conspiración sobre el crimen de Alcàsser en base a una supuesta cinta de vídeo que desmontaría la versión oficial, ha muerto sin dejar instrucciones para hacerla pública.

Hallan pequeños restos óseos humanos en la fosa de las niñas de Alcácer

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Juan Ignacio Blanco, a la derecha, junto a Fernando García, padre de Míriam
Pelayo Barro

Juan Ignacio Blanco, el criminólogo e investigador que lideró la teoría de la conspiración en torno al asesinato de las niñas de Alcácer, ha muerto en Madrid. Y lo ha hecho sin dejar instrucción alguna sobre las presuntas cintas de vídeo que tenía en su posesión, nunca reveladas, que incriminarían supuestamente en el crimen a personas poderosas.

La prueba definitiva sobre la «verdad» del caso Alcácer, las cintas que según el investigador Juan Ignacio Blanco demostrarían que tras el crimen hubo una conspiración de “poderosos”, no saldrán a la luz tras su muerte.

El famoso criminólogo falleció el pasado jueves en Madrid a los 63 años tras una larga enfermedad. Su popularidad se disparó a mediados de los años noventa, cuando él y el padre de una de las niñas, Miriam, se lanzaron a una ruta por los platós del prime time para revelar lo que ellos calificaban de incongruencias en la investigación de Alcácer.

Todas aquellas revelaciones y datos se fueron acumulando y acabaron generando una versión alternativa de lo que pasó en aquella finca de La Romana en 1992. Una nueva teoría con muchos seguidores que apuntaba, según defendían Blanco y el padre de Miriam, a que detrás del terrible crimen había gente “muy poderosa”. Que Antonio Anglés y Miquel Ricart fueron unos simples cabezas de turco.

El video de la conspiración

Una de las pruebas principales de esta teoría era una supuesta cinta de vídeo VHS, custodiada por Juan Ignacio Blanco, en la que según él se veía a algunos prohombres reconocidos dando vueltas alrededor de una mesa sobre la que estaba una de las niñas. Una cinta que, según aseguraba Blanco, nunca se atrevió a hacer pública por “amenazas” y por el temor a que alguien le hiciese algo a su familia.

Aquel relato de la conspiración disparó las audiencias de programas como ‘Esta noche cruzamos el Missisipi’ (y terminó por cerrarlo). Y esas teorías las ha desempolvado recientemente Netflix con su documental ‘El caso Alcasser’. Un éxito audiovisual que ha revivido el interés social por el caso.

En el metraje documental, producido por Bambú, a Blanco se le pregunta por estas cintas VHS. Sobre si algún día dará el paso y las hará públicas. Y el criminólogo insinuó que, llegado el momento de su muerte le provocaría «una gran satisfacción» que se revelasen a la opinión pública esas supuestas imágenes que guardó celosamente durante toda su vida.

¿Dejó algo escrito?

OKDIARIO ha podido contactar con una persona del entorno familiar más próximo de Blanco. Preguntado sobre si el criminólogo dejó algún tipo de mensaje o instrucción para hacer públicas esas cintas, tal y como él mismo insinuó en el documental, esta es su respuesta: «no ha dejado nada de nada sobre ese tema».

Ni confirman ni desmienten la existencia de esas cintas. Simplemente, dicen, en sus últimas voluntades no se encuentra mención alguna a la divulgación de unas supuestas imágenes que, de existir y conocerse, podrían dar un vuelco al crimen más mediático de la crónica negra española.

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