El número 3 de la consejera Carmen Montón vuelve a ser 'cazado'

El fracaso de la Sanidad valenciana y los escándalos políticos dinamitan la gestión de Ximo Puig

Carmen Montón Pedro Sánchez, junto a Ximo Puig y Carmen Montón. (Foto: EFE)
Pedro Sánchez, junto a Ximo Puig y Carmen Montón. (Foto: EFE)

El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, está sufriendo el impacto político y económico por la mala gestión de su consejera de Sanidad, Carmen Montón, cuyo equipo ha vuelto a protagonizar un nuevo escandalo. El número tres de Montón, el subsecretario Ricardo Campos, ha sido pillado ocultando en su declaración de bienes como alto representante de la Generalitat que es propietario de una clínica privada de oftalmología desde hace más de 20 años en la que pasaba consulta y que ahora tiene alquilada a una sociedad para esta misma actividad.

El descubrimiento, realizado por los periodistas de la delegación valenciana de El Mundo, revela que Campos ocultó en la citada declaración de bienes (en un apartado dedicado a reflejar las actividades privadas remuneradas ejercidas durante los dos años anteriores a la toma de posesión), que había cobrado dinero por ser oftalmólogo en el sector privado. El subsecretario de Montón sí que rellenó las casillas correspondientes a sus actividades públicas, indicando que trabajó como médico en el Hospital General de Valencia y que es profesor universitario.

No es la primera vez que el alto cargo de la consejería de Sanidad salta a las primeras páginas de los periódicos. Ricardo Campos fue grabado en un encuentro en el que insultó gravemente a los trabajadores del Hospital de la Ribera (un centro público con gestión privada) llamándoles “tropa” y a las empresas concesionarias calificándolas de «parásitos».

En ese encuentro el entonces comisionado del Hospital de La Ribera, José Sanfeliu, anticipó sus planes para el citado centro sanitario una vez que se produzca la reversión discrecional de la concesión que ha impulsado el modelo Alzira: admitió sin tapujos que el plan es despedir a 300 empleados “para meter a todos nuestros familiares y amigos”.

Sanidad valenciana
El subsecretario de Sanidad de la Comunidad Valenciana, Ricardo Campos.

Esos hechos, junto con los casos de nepotismo que ha protagonizado la sanidad autonómica valenciana ha provocado que el sindicato CSIF haya comunicado que denunciar ante la Fiscalía Anticorrupción el tráfico de influencias y la prevaricación que, presuntamente, está realizando la consejería de sanidad de la Comunidad Autónoma de Valencia que dirige Carmen Montón; una de las políticas que mas ha respaldado a Pedro Sánchez para que siguiera al frente del PSOE y que ha demostrado su radicalidad anticapitalista en varias ocasiones, oponiéndose a la participación de las empresas en la gestión pública sanitaria.

Fuentes del sector empresarial valenciano apuntan también que existe un malestar generalizado y una preocupación creciente por lo que califican de “sectarismo” de Montón por su oposición a todo lo que tenga que ver con el sector privado. De hecho uno de los miembros destacados de su equipo, el citado subsecretario, ha atacado a Mercadona, una de las empresas más importantes de la región sin que la consejera haya tomado cartas en el asunto.

La gestión de Carmen Montón pasa factura a Ximo Puig

Fuentes internas del propio Partido Socialista valenciano (PSPV), al que pertenecen Montón y Ximo Puig, admiten que la gestión de la consejera está ya pasando factura a la imagen del presidente autonómico. “Las amistades peligrosas de Carmen Montón no favorecen políticamente al presidente de la Generalitat, que es más partidario de pasar la legislatura que de dar la nota, aprovechando la debilidad del PP valenciano. Puig empieza a estar un poco harto de las estridencias de su consejera más polémica”, explican las fuentes consultadas.

A los escándalos y problemas políticos se suman los económicos y de gestión, tal como muestra el informe que valora la consecución de objetivos de la propia consejería que se había marcado en 2016. En concreto, Montón ha suspendido en muchas y muy importantes acciones que repercuten en la calidad del servicio sanitario que se presta a los ciudadanos. Por ejemplo: el retorno de los pacientes a Urgencias al cabo de 72 horas, la cita en atención primaria en menos de 48 horas, la demora en primera consulta en el hospital y el centro de especialidades, así como el tiempo de espera en operaciones. En todos estos casos no se llegó al objetivo establecido el pasado año.

Montón-PP
La consejera de Sanidad de Carmen Montón (Foto: EFE)

En lo que lleva al frente de la consejería de Sanidad Carmen Montón se ha enfrentado con todos: los sindicatos, los trabajadores, los empresarios, los profesionales sanitarios y los pacientes. Los trabajadores del modelo Alzira y los ciudadanos de la comarca se están movilizando contra la decisión política de revertir el Hospital de La Ribera; CCOO ha denunciado públicamente que “la contratación a dedo es una práctica continuada en el Hospital Provincial con el equipo de Montón”; los técnicos sanitarios denuncian irregularidades en servicios como la radiología del Hospital de Sagunt; y el CSIF denuncia la saturación de las Urgencias en varios hospitales.

Los empresarios valencianos del sector sanitario ya han explicado a Montón que no puede enfrentarse con ellos porque la administración necesita y necesitará la iniciativa privada para seguir gestionando muchos servicios. Igual que sucede con las residencias de mayores o de discapacitados, o en otras áreas de servicios público como por el ejemplo el  la gestión del suministro de agua, un enfoque que comparte la vicepresidenta del gobierno valenciano, Mónica Oltra, que ha asumido el anterior modelo del Partido Popular.

“El presidente Puig debería plantearse seriamente soltar lastre cuanto antes. Y eso pasa por fulminar a la consejera para abrir una etapa de reconciliación con todos los sectores a los que ha enfadado”, indican las fuentes consultadas.

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