Colau se fabrica la coartada de las agresiones sexuales para defenderse de la querella que le persigue

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Ada Colau. (Foto: EFE)

Son dos documentos. Uno, elaborado por el Ayuntamiento de Barcelona; y otro, que recoge prácticamente su mismo contenido y que el equipo de la alcaldesa de la Ciudad Condal, Ada Colau, ha llevado al Congreso de los Diputados. El objetivo: construirse una coartada jurídica ante la querella criminal que ha anunciado un abogado de Madrid por la «falsa denuncia pública» que realizó Colau contra las Fuerzas de Seguridad tras el 1-O.

El pasado 2 de octubre, la alcaldesa de Barcelona aseguró en la radio catalana RAC1 que se habían producido agresiones sexuales por parte de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Y citaba los presuntos lugares donde se cometieron: una en la Barceloneta, y otra en un colegio del Eixample.

Colau incluso aportaba detalles de la supuesta agresión: declaró que a una presunta víctima «un policía había llegado a tocarle los pechos mientras se reía». Acusaciones que el Ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, puso inmediatamente en conocimiento de la Fiscalía y que recogió el abogado Fernando Pérez-Pardo Belascoáin.

Falsa denuncia y sin respuesta

Hay que recordar que la regidora fue objeto de la denuncia interpuesta por este letrado madrileño el pasado 5 de octubre, ante la Audiencia Nacional y el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) junto a la presentada contra Carles Puigdemont, Oriol Junqueras, Carmen Forcadell, y José Luis Trapero por los delitos de sedición, rebelión y desobediencia.

Previa a su presentación, un día antes, el bufete de este abogado madrileño enviaba a la alcaldesa,  como al resto de denunciados,el siguiente burofax.

Burofax recibido por Ada Colau
Burofax enviado a da Colau el pasado 4 de octubre

En ese documento con validez jurídica en procedimientos judiciales, «que no obtuvo respuesta», según explica Pérez-Pardo a OKDIARIO, y que pueden leer bajo estas líneas, el letrado pedía que en el plazo de 24 horas, Colau pidiese «disculpas a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado por sus falsas declaraciones». Entre ellas, subrayaba, «la falsa denuncia pública de haber cometido abusos sexuales mientras restablecían el orden público por usted alterado”.

Burofax recibido por Ada Colau
Burofax en la que se advierte de «la oportuna querella criminal» a Colau

Un informe sin pruebas como coartada

En el burofax le advertía además, de que, en caso de no hacerlo, interpondría «la oportuna querella criminal» contra Colau. Y contra esa acción penal se pretende blindar la alcaldesa independentista. Fuentes jurídicas apuntan a una estrategia: de avanzar el procedimiento penal y admitirse a trámite una eventual querella, la regidora refutaría la acusación de «falsa denuncia» esgrimiendo ese informe municipal.

Se trata de un «informe preliminar», preparado por la oficina de atención a las víctimas de las «agresiones policiales» del 1-O (organismo creado ex profeso tras el referéndum ilegal ) en el que se sostiene que hubo «violencia sexista» y se produjeron «al menos dos agresiones sexuales» como «tocamientos de pechos y otras partes del cuerpo».

Pero lo hace sin ninguna prueba, tal y como reconoce el equipo de la alcaldesa. Tan sólo recoge el testimonio de dos presuntas víctimas, una de ellas la de Marta Torrecillas, la independentista que protagonizó una rocambolesca gira por platós y emisoras de radio asegurando que la policía le había roto los dedos y le había tocados los pechos, demostrándose posteriormente que era falso. La farsante incluso se vio obligada a reconocer en TV3 que sólo sufría capsulitis en un dedo, una inflamación benigna de la cápsula de una articulación.

Testimonios por teléfono o email

Los servicios jurídicos del Ayuntamiento de Barcelona se curan en salud: sólo habla de «relatos de al menos dos personas llegados a conocimiento del Servicio de atención a víctimas de agresiones policiales. Y que será ya «el juzgado el que dirá si hay prueba suficiente que acrediten los hechos», al tiempo que reconoce no tener siquiera un testimonio fehaciente: «sin que por el momento se hayan podido entrevistar directamente a las mujeres afectadas», sostiene el documento.

Un informe sin prueba alguna contra esos presuntos tratos vejatorios , tampoco de carácter gráfico y basado en 143 testimonios, en su mayoría en conversación telefónica o por correo electrónico. Pero una coartada con la que Colau perseguiría esquivar la vía penal puesto que, de presentarse y ser admitida, sería objeto de una investigación en los tribunales .

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