Los CDR no ocultan su adoctrinamiento: talleres para niños en sus reuniones independentistas
Los autodenominados Comités para la Defensa de la República (CDR) se suman al adoctrinamiento de los menores en Cataluña. En sus jornadas de recaudación de dinero para la causa independentista, incluyen actividades dirigidas directamente a los niños, como talleres de cocina o en las que los pequeños podrán pintarse la cara.
Con un coste de cinco euros los más pequeños participarán en engrosar la llamada ‘Caja de resistencia’ con la que se sufragan los gastos de las fianzas de los políticos encarcelados.
Los CDR, que han representado la faceta más violenta del independentismo en los últimos meses, organizan encuentros en los que se habla de separatismo y se proyectan imágenes de las cargas policiales durante el 1-O. Estas jornadas se disfrazan de eventos familiares cuando en realidad están compuestas de actividades a favor únicamente del secesionismo.
Dos ejemplos de ello se darán el próximo sábado en Lérida y Barcelona. “Ayudemos a las familias de los presos y exiliados”, puede leerse en el encabezado de uno de los carteles.
Los CDR, en colaboración con las asociaciones independentistas ANC y Òmnium Cultural y partidos como ERC y JxCAT, han organizado la que tendrá lugar en Barcelona. En ella se servirá un “almuerzo amarillo” en el que los adultos tendrán que pagar 25 euros y los niños 5 euros.
En la que se celebrará en Lérida, los niños serán partícipes de la composición de un mural en el que se rendirá homenaje al acto golpista del 1 de octubre y a los políticos presos.
Cruces amarillas clavadas por niños
Otro caso de adoctrinamiento de menores por parte del independentismo catalán tuvo lugar durante la pasada semana santa: la utilización de niños para clavar decenas de cruces amarillas en la playa de Port de la Selva (Gerona).
En el vídeo se puede observar a varios padres colocando cruces en una playa con la ayuda de sus hijos. “Justicia”, “democracia” y “libertad” son algunas de las consignas que se escribieron en estas cruces amarillas. Los independentistas simularon un cementerio para representar “la muerte de estos conceptos” en el Estado español.