Caso CDR

Los CDR formaron a menores en tácticas paramilitares para declarar la independencia en Cataluña

Los CDR reclutaron a jóvenes menores de edad para formarles con técnicas paramilitares que emplearían el "día D", momento en el que proclamarían la independencia de Cataluña a través de actos violentos

Los CDR terroristas fantaseaban con explosivos adosados al cuerpo como los yihadistas

Puigdemont CDR

Los miembros del Comité de Defensa por la República (CDR), investigados por terrorismo en la Audiencia Nacional, reclutaron a jóvenes menores de edad para formarles con técnicas paramilitares que emplearían el ‘día D’, momento en el que proclamarían la independencia de Cataluña a través de actos violentos. Un nuevo informe incorporado al sumario de los CDR, al que ha tenido acceso en exclusiva OKDIARIO, detalla cómo esta célula radical reclutó a niños para utilizarles en la lucha callejera que emplearían contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Los agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil destacan que, de las conversaciones telefónicas intervenidas, «se evidencia la labor de captación desarrollada por Jordi Ros en el grupo». Éste es uno de los siete detenidos por pertenencia a organización terrorista, fabricación y tenencia de explosivos y conspiración para causar estragos. Ros, añaden los investigadores, «buscaba a personas con un perfil adecuado para llevar a cabo acciones de mayor calado que las realizadas en el seno de los CDR. Esta labor de captación, que realizaba de forma permanente en el tiempo entre personas vinculadas o integradas en esa organización, la ejerce incluso entre menores de edad vinculados ideológicamente a la izquierda independentista».

La Benemérita detectó conversaciones en un grupo de Signal, aplicación de mensajería instantánea con cifrado y mayor seguridad, llamado «Petites Llagostes» (pequeñas langostas). Estaba formado por seis jóvenes «con una importante diferencia de edad con respecto al investigado Jordi Ros e incluso dos de los miembros eran menores de edad mientras se produjeron las conversaciones», señalan los informes.

De estas conversaciones, a las que ha tenido acceso OKDIARIO, se desprende que se trataba de un grupo organizado por el radical Jordi Ros quien «estaría llevando a cabo encuentros con los jóvenes para instruirles en el arte marcial denominado Aikido. También estaban preparándose en técnicas para la supervivencia, orientación e incluso para desarmar a una persona con navaja».

Estos independentistas buscaban un lugar seguro y apartado para sus entrenamientos. Era una de sus mayores preocupaciones. «No nos la podemos jugar a que nos espíen mientras hacemos formación» o «tenemos que pasar desapercibidos», eran algunas de las instrucciones que expresaban en el grupo de mensajería.

Odio a la Policía

Este grupo vigilaba que no hubiese presencia de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en las zonas escogidas para llevar a cabo su entrenamiento paramilitar. Tanto es así que intercambiaban datos confidenciales sobre las matrículas de vehículos policiales con el objetivo de «tenerles fichados».

Uno de los miembros del grupo, Lluís Sanjuan, envió un mensaje en el que decía: «Otro secre, perfecto». Haciendo referencia a que dicho vehículo correspondía a la policía secreta. Su compañero Albert Salles respondió diciendo que pertenecía a la «Nazional», en referencia a la Policía Nacional. A continuación, subrayan los agentes en su informe, este último envió un mensaje «muy descriptivo de la radicalidad de los miembros del grupo: ¡Solución amonal!»

Conversión entre los miembros de los CDR.
Conversión entre los miembros de los CDR.

Un día después Jordi Ros envió un mensaje en catalán en el que manifestó: «Tengo que tener una reunión con vosotros tenemos que preparar una cosa grande, heavy». Los agentes concluyen que este miembro de los CDR «habría asumido el encargo de llevar a cabo acciones de mayor envergadura y violencia que las realizadas hasta la fecha por la organización».

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