Casado niega la renovación del CGPJ «salvo si Sánchez lo despolitiza: los jueces los deben elegir los jueces»

Pedro Sánchez
Pablo Casado con Pedro Sánchez, durante un encuentro anterior en La Moncloa.
Carlos Cuesta

Pedro Sánchez sabe que sólo la Justicia se interpone en sus planes de “desjudicializar” el tablero separatista catalán. Sabe que el Tribunal Constitucional (TC) con su composición actual puede bloquear su plan de retorcer la Carta Magna para cumplir las exigencias de sus aliados comunistas, proetarras y golpistas. Y por ello, necesita la renovación del Poder Judicial y del TC: porque ahora cuentan con una mayoría conservadora y el presidente tendrá más difícil, por ejemplo, lograr el permiso para un referéndum que satisfaga a los separatistas.

Pero, pese a las noticias que insisten en que el PP ha iniciado ya una negociación para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), lo cierto es que no es ese el plan ni mucho menos. Pablo Casado no rechaza acudir a hablar con Pedro Sánchez sobre este asunto, pero para recordar que acudirá “para exigir la despolitización plena de la Justicia”, como señala una fuente oficial del PP: para que los doce vocales del CGPJ que la Constitución pidió que fueran nombrados por jueces vuelvan ser nombrados por jueces y no por políticos.

Casado está dispuesto a hablar con el presidente del Gobierno, pero para exigir “la vuelta al sistema recogido constitucionalmente por el que eran los propios jueces los que elegían a la mayoría de los miembros de su órgano de Gobierno: el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)”.

Casado quiere volver a la pauta constitucional. Al esquema que garantiza que las manos políticas no pueden controlar la Justicia. Al modelo que el PSOE sepultó en 1985 cuando decidió que eran las Cámaras legislativas las que tenían el peso decisivo en la elección de todos los vocales del CGPJ.

Este será el mensaje que lleven los populares a una pretendida negociación ofrecida por Sánchez al partido de Casado para renovar los órganos judiciales. Una negociación que, sin embargo, no ha llegado a plantearse oficialmente. Porque lo cierto es que Sánchez no ha pedido aún un encuentro oficial entre las dos formaciones para hablar de esta materia.

El PP considera que sólo así se puede confiar en los planes de Sánchez. Porque lo cierto es que “no es creíble” su supuesta oferta de negociar la renovación del Poder Judicial, no sólo por las continuas invasiones de las esferas autónomas de poder por parte del PSOE -como la Fiscalía o la Abogacía del Estado-, sino también porque esa supuesta oferta surgió el mismo día en el que Sánchez nombraba a Dolores Delgado, pasándola directamente desde el cargo político de ministra de Justicia al de fiscal general con mando sobre el resto de fiscales -la Fiscalía está estructurada con mando jerárquico de los fiscales respecto del fiscal general-.

Por eso, para negociar el Poder Judicial el PP exigirá que se vuelva al modelo de 1978, al Constitucional, cuando el Consejo General era elegido mayoritariamente por los propios jueces.

Por ello, Pablo Casado ha acusado ya a Pedro Sánchez y su Gobierno de torpedear la renovación del CGPJ. Porque, según el líder de la oposición, el presidente “no tiene credibilidad, utiliza las instituciones en su beneficio”.

No es la primera ver que Casado recuerda que el modelo constitucional -el que da la elección de los vocales del CGPJ a los jueces- es un modelo que cambió el PSOE en 1985 “al grito de Montesquieu ha muerto”. El Consejo General del Poder Judicial se encuentra en funciones desde diciembre de 2018. Los vocales actuales fueron nombrados en 2013, cuando el PP gobernaba.

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