Carmena rechaza que la Policía desaloje a los nuevos okupas del Paseo del Prado
El Ayuntamiento de Madrid rechazó este sábado que la Policía Nacional desalojara a las personas que habían usurpado un edificio municipal ubicado en el céntrico y cotizado Paseo del Prado.
Como ha podido confirmar OKDIARIO de fuentes oficiales, los responsables de la Policía Nacional se ofrecieron al Ayuntamiento para actuar pero no recibieron el visto bueno. El edificio es propiedad del Consistorio y tiene que ser esta institución quien dé la orden de proceder a la expulsión de estos okupas, entre los que se encuentran concejales de Ahora Madrid o diputados regionales y nacionales de Podemos.
«El sábado la Policía Nacional se ofreció a la Policía Municipal por si querían denunciar la ocupación, pero no hicieron nada», confirman fuentes policiales.
Desde el Ayuntamiento señalan a OKDIARIO simplemente que «con respecto al edificio del Paseo del Prado con calle Gobernador, el Ayuntamiento no tiene nada que comentar al respecto del asunto de momento». Prefieren ni confirmar ni desmentir que rechazaron que la Policía Nacional ofreció actuar ante este delito de usurpación.
Ahora demostramos nuevamente que la ciudadanía va por delante de las instituciones. Mañana bienvenida a las 18:30 y Asamblea a las 19:30 pic.twitter.com/NcrQV1KIhI
— La Ingobernable (@CS_Ingobernable) May 7, 2017
El último caso de usurpación vivido en la capital fue por parte del colectivo Patio Maravillas. Se ubicaron en un edificio en noviembre de 2016. Escogieron un céntrico bloque de propiedad privada en la calle San Mateo. Tras escasas horas de okupación las fuerzas del orden procedieron al desalojo.
Además de los dos ediles, Rommy Arce y Pablo Carmona, que con su presencia el sábado mostraron su apoyo a esta okupación bautizada como Centro Social La Ingobernable, otros muchos miembros de Ahora Madrid proceden del colectivo okupa. Guillermo Zapata, ex concejal de Cultura y Deporte; Celia Mayer, concejal de Políticas de Género, o Javier Barbero, concejal de Seguridad, estuvieron vinculados al Patio Maravillas antes de la campaña electoral que les llevó al Palacio de Cibeles.
Rifirrafe entre Podemos y policías
Tras la manifestación ‘Madrid no se vende’, los okupas se plantaron en la calzada impidiendo el tráfico rodado. En un momento dado, policías que se encontraban en el lugar de los hechos informaron a dos representantes de que la concentración no se había notificado a Delegación de Gobierno y podría ser considerada ilegal.
En ese momento, según fuentes policiales, dos personas exhibieron su carné de diputados de Podemos e hicieron «ostentación de su cargo político tratando de coaccionar a los agentes». Se trataba de Isidro López, parlamentario de Podemos en la Asamblea de Madrid, y David Carracedo, diputado de la formación morada en el Congreso de los Diputados.
Los políticos mostraron su identificación como representantes políticos y exigieron que los agentes se cuadraran ante ellos, ante lo que los policías se mostraron estupefactos.
Desde Podemos aseguran a Europa Press que no hubo tales coacciones, ni tuvo lugar ninguna trifulca. Según relatan, al pedirles la documentación, estos parlamentarios se identificaron como diputados y ellos mismos pidieron a los policías que hicieran tan solo lo mismo, que se identificaran. Se trata de un modo de actuar defendido por Podemos, que aboga por que la Policía vaya documentada, indican.
Cesión en 2013
En marzo de 2013, el arquitecto argentino Emilio Ambasz y la entonces alcaldesa de Madrid, Ana Botella, firmaron un convenio de colaboración por el que el Consistorio cedía el inmueble por 75 años para fines culturales mientras que la Fundación Ambasz se hacía cargo de la construcción y mantenimiento por un montante de 10 millones de euros.
Presentaron una maqueta de como sería el museo. Un edificio de diseño con jardines verticales. Sin embargo, varios informen desaconsejan la construcción de este proyecto en el conocido como triángulo del arte de Madrid entre los museos del Prado, el Thyssen-Bornemisza y el Museo Nacional Reina Sofía.
El edificio, actualmente sin uso, estaba incluido en el lote de inmuebles que el Ayuntamiento puso a la venta tras haber sido centro de salud o sede de la Universidad Nacional de Educación a Distancia. El arquitecto se interesó por él y le escribió una carta a Botella. La decisión municipal fue sacarlo de ese catálogo para dar cabida al museo teniendo en cuenta la ubicación estratégica, en pleno Paseo del Arte, y potenciar el entorno desde el punto de vista cultural, turístico e internacional.