Un cargo de la Generalitat acusa al Gobierno de permitir el atentado para que los Mossos fracasaran
Tras el atentado de Barcelona, las terminales del independentismo catalán no se conforman con difundir la idea de que la gestión de la crisis y la rápida desarticulación de la célula yihadista han sido redondas, demostrando que Cataluña tiene estructuras propias de un Estado solvente. Están ocupadas también en agitar la estrategia conspiranoica de acusar al Gobierno de España de que, de una u otra forma, consintió que el atentado se llevara a cabo para poner a los Mossos y los servicios de emergencia catalanes ante una situación que no podrían superar.
Al tuit del jefe de prensa de Diplocat, Martí Escruch, (“El Estado prefiere poner en peligro vidas humanas antes que la unidad de España”), le ha seguido el análisis de Ferran Requejo, catedrático de Ciencia Política en la Universidad Pompeu Fabra y miembro destacado del autodenominado Consejo Asesor para la Transición Nacional, un organismo vinculado al Govern de la Generalitat implicado en el proceso secesionista. En una entrevista en el periódico independentista ‘El Món’, Requejo defiende que si alguna cosa parece haber hecho el Estado español con la información que tenía a mano es “no hacer nada” como “si se esperara un atentado” en Cataluña con la vaga expectativa que el trabajo de los Mossos d’Esquadra -a causa de la falta de información- fracasara y, a partir de aquí, el proceso catalán quedara empantanado.
El catedrático reconoce que no tiene ninguna prueba en la que apoyar esta tesis y asegura que no es más que “una especulación”, pero defiende que es la más plausible a la luz de los hechos. Cree que el gobierno español tendrá que salir a «justificar por qué no hizo nada» con la información que tenía: «No transmitieron información clave para evitar los atentados». Requejo acusa al Gobierno de «una clara maniobra política para tener los Mossos marginados» (cita el retraso en la celebración de la Junta de Seguridad y el rechazo a su integración en la Interpol) para que «en caso de que actuaran, fracasaran por falta de información» y, con ello, que el «proceso catalán quedara empantanado».
Los Mossos y el referéndum
El papel que desempeñarán los Mossos en el referéndum secesionista del 1 de octubre es una de las claves que está por resolver. Sus jefes políticos, con el consejo de Interior, Joaquim Forn, aseguran que permitirán que se vote «en paz y libertad». El mayor del cuerpo, José Luis Trapero, ha felicitado a sus subordinados porque -dice- el «liderazgo» de los Mosos «ha dado tranquilidad al país». Ellos, y solo ellos, van a ser condecorados por el Parlament pese a las numerosas dudas que existen sobre su diligencia para haber podido anticiparse al atentado de Barcelona.
Según publica este jueves ‘ABC’, la juez que acudió a la casa ocupada de Alcanar tras la explosión, alertó a los Mossos de que podría tratarse de yihadismo, y no de un suceso ligado al narcotráfico, como barajaba la policía autonómica. Y según ‘El País’, la policía belga alertó por escrito a la catalana sobre la radicalización del imán de Ripoll. Forn ha admitido esta comunicación, pero la ha tildado de «informal».