La candidatura de Casado desconfía por la falta de interventores que vigilen las votaciones
La candidatura de Pablo Casado para el congreso que elegirá al próximo líder del PP observa con preocupación la dificultad para asegurar la limpieza del proceso. La imposibilidad de acceder al censo conlleva que no sea posible contactar con afiliados en cada organización territorial que puedan actuar, el próximo 5 de julio, como interventores vigilando que la votación se lleva a cabo con todas las garantías. El problema se agrava especialmente en las localidades de menor población, donde, opinan, es más probable que se intente decantar los resultados.
El candidato a la presidencia del PP ya expresó estos días su malestar por las «presiones» a los afiliados para condicionar su voto en este proceso interno, inédito en la elección del líder del PP. Casado reclamó que se deje a los afiliados «votar en libertad».
Como informó también OKDIARIO, el exvicesecretario de Comunicación del PP -renunció a este cargo tras anunciar su candidatura- se ha dirigido ya personalmente al coordinador general, Fernando Martínez-Maíllo y al Comité Organizador del Congreso para comunicar estas quejas. Además, se lamenta de haberse convertido en el objetivo de una campaña de descrédito sobre su persona, por ejemplo, por el caso del máster.
Las presiones constatadas por el candidato en algunas regiones contrastan con otras comunidades, como Extremadura o Valencia, que han solicitado a sus cargos y representantes que se abstengan de mostrar preferencias. Ello no evita, sin embargo, para que en el entorno de Casado se ironice con que, mientras ellos avisan a los distintos dirigentes autonómicos «el día antes» de que harán campaña en su territorio, otros aspirantes ya hayan contactado con anterioridad, y de forma reiterada.
La mitad de los cargos públicos
A esa inquietud se añade el análisis de los datos de baja inscripción registrados para participar en la votación de la militancia, el próximo 5 de julio. Según esas cifras, aún provisionales, 66.384 afiliados se han registrado para participar en el proceso, una condición del reglamento de Primarias.
Casado considera que esa cifra, apenas un 7,4 por ciento del censo que presume el PP -869.000 militantes- es una «malísima» noticia que se traduce en que van a participar los afiliados más próximos al «organigrama», que son «más vulnerables a las presiones que se están produciendo por parte de algunas candidaturas». Como dato representativo, la cifra representa la mitad de los cargos públicos que tiene el PP.
«Algo habremos hecho mal con la pérdida de votos que hemos tenido y la pérdida de interés al participar en un proceso interno», dijo este martes, en declaraciones en el Congreso.
El candidato ha apostado por que la comisión organizadora revise la situación y permita que hasta el mismo día 5 de julio, cuando se votará en urna a los candidatos, se permita a los afiliados regularizar las cuotas y participar. Su candidatura estudia el asunto antes de formular una petición formal a la comisión, cosa que ya ha hecho otro aspirante, José Ramón García-Hernández que este martes elevó una queja formal a Génova sobre la exigencia de inscripción de la militancia.
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