Una candidata de Vox recibió una carta de amenaza el mismo día que Iglesias: «Nazi, te vamos a reventar»
Policías acusan a Iglesias de entorpecer la investigación sobre el autor de las cartas con balas
Ante una amenaza ""se denuncia, no se llora", recuerda Irene Gorricho en referencia a Pablo Iglesias.
«Nazi, te vamos a rebentar [sic]. Vox faxistas». Esa fue la amenaza plasmada en una carta que se encontró en el buzón Irene Gorricho, candidata de Vox a la Alcaldía de Pamplona en las últimas elecciones municipales. Esas amenazas de muerte ocurrieron a la vez que las que recibió, entre otros, Pablo Iglesias. Pero a diferencia del líder de Podemos, Gorricho decidió acudir directamente a comisaría y mantenerlas en absoluta reserva durante días para no obstaculizar la investigación policial.
«Preguntada sobre si tiene miedo a que le puedan hacer algo, manifiesta que se dio un susto al leerlo, pero que no». Así figura textualmente en el atestado policial elaborado por la Guardia Civil el mismo día en que Gorricho recibió la amenaza a su nombre.
Se trataba de un folio tamaño A4 con el mensaje elaborado con «recortes de algún tipo de revista o cartelería». La carta la señalaba como «nazi» y advertía que la iban a «rebentar», con ‘b’. Como describió en la denuncia, había recibido insultos en campaña y en redes sociales, pero no pasó de ahí. Hasta ese momento.
«Se denuncia, no se llora»
Gorricho, nada más ver la carta, no llegó «ni a subir» a su domicilio. Puso rumbo directo al cuartel de la Guardia Civil para poner en conocimiento de las autoridades la amenaza. Dice que es lo que un político debe hacer ante una amenaza: «Lo denuncia y sigue su vida, no llora».
Durante días, su silencio permitió a los agentes tratar de cercar al autor de las amenazas, de quien la candidata de Vox no tenía sospecha alguna.
Agentes de Policía han destacado el proceder de la política navarra ante las amenazas recibidas. Tal y como recordaba la asociación Policías Siglo XXI, la forma de proceder de Gorricho es «la actitud normal de un político, seguramente aconsejado por la Policía. Con el paso de los días y si no se avanza en la investigación, es posible que haya que cambiar la estrategia y hacerlo público, pero al principio no».
La reacción contrasta con la que, paralelamente, ha mostrado la izquierda madrileña. Tras conocer las amenazas, optaron por hacerlas públicas y reorganizar su campaña en Madrid en torno a ellas. El candidato de Podemos, Pablo Iglesias, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la directora de la Guardia Civil, María Gámez, y la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, participaron incluso en mítines a las pocas horas de ser amenazados -y hacerlo público-.
Iglesias entorpeció la investigación
La reacción ante la amenaza recibida por Iglesias fue radicalmente opuesta a la de Gorricho. El candidato de Podemos en Madrid hizo pública la existencia de la carta de amenazas con las balas un día antes incluso de acudir a una comisaría a denunciarlo.
Esta situación pudo provocar que se rompa la cadena de custodia de las pruebas o que el autor de las amenazas se ponga en alerta tras detectar que los anónimos han llegado a su destino. Eso, recuerdan los agentes, podría llevar al malhechor a destruir pruebas o a cambiar su forma de proceder para dificultar la investigación en marcha.
Las amenazas, a juicio de esta plataforma policial, «deben ser esclarecidas por su gravedad, sin dejar de ser algo normal en todos los países que políticos de ese nivel reciban amenazas porque el mundo está lleno de locos y fanáticos. Lo que no es tan normal es que nada más recibirla, uno de los implicados se vaya a las redes sociales a contarlo con foto incluida, eso, unido al desplante del día después en una emisora de radio, ha hecho pensar a mucha gente que esta amenaza ha podido ser utilizada como estrategia política», recuerdan desde la asociación.