Borja Adsuara: «El Gobierno pretende censurar noticias y opiniones críticas con la excusa de los rusos»
"La ambigüedad del texto de la orden ministerial no es torpeza; es calculada"
"La orden ministerial es un arma que atenta a los derechos fundamentales de información y libertad de expresión"
Borja Adsuara, uno de los más reconocidos expertos en Derecho, Estrategia y Comunicación Digital de España, cree que la orden del Gobierno «para luchar -dice el Ejecutivo- contra campañas de desinformación de potencias extranjeras» es, en realidad, «un arma que atenta contra los derechos fundamentales de información y libre expresión de los ciudadanos que no debería estar en manos de ningún Gobierno». Borja Adsuara recuerda que «la Constitución no dice que haya que analizar la verdad de las cosas, sino la veracidad, que es una cualidad del informador».
«La veracidad o no de las noticias y sus consecuencias las debe dilucidar un juez. En la Constitución, los derechos fundamentales tienen la garantía de la tutela judicial efectiva. Lo que no puede ser -dice refiriéndose al Gobierno- es que haya un organismo administrativo que se dedique a juzgar la veracidad de una noticia», defiende Adsuara.
En su opinión, el Gobierno «lo que hace es confundir lo verdadero y lo falso». «Un informador puede ser veraz o falaz. Falaz es cuando cuentas algo a sabiendas de que es falso o con temerario desprecio de la verdad. Pero tú puedes ser veraz porque quieres contar la verdad y equivocarte o contrastar fuentes y que te hayan engañado las fuentes», asegura.
Adsuara recuerda que «para juzgar la veracidad de los periodistas ya existen mecanismos judiciales: el derecho de rectificación, la querellas por injurias y calumnias, las indemnizaciones en procesos civiles, es decir, no hace falta crear lo que han creado para juzgar la veracidad de las noticias».
Ambigüedad calculada
Borja Adsuara opina que la redacción de la orden ministerial es «ambigüedad calculada, no torpeza». Lo sabe porque él ha «estado media vida en el Parlamento de asesor y otra media vida en la administración haciendo proyectos de normas y lo que ves es que hay especialistas, tanto en los proyectos de ley como en las enmiendas a las leyes, en hacer adrede cosas que no se entiendan». «No es torpeza, lo hacen a posta. Miden mucho las palabras porque quieren ocultar más de lo que dicen. Ese es el problema de esta orden ministerial. Cualquiera que la lea no se entera de qué va».
Borja Adsuara cree que el Gobierno «se escuda en el … ¡cuidado con los rusos!» para poder analizar cualquier noticia u opinión crítica y poder decidir ellos mismos si es desinformación o no. «Siempre se dice que no hay peor mentira que una verdad a medias. Y, en este caso, esta norma es una verdad a medias porque usa un origen cierto sobre lo que pidió la Unión Europea, pero para hacer otra cosa».
El reconocido experto lo explica con claridad. «La Unión Europea pidió a los gobiernos en 2018 mediante una comunicación, que ni siquiera era una directiva, que tomaran medidas para evitar injerencias de Rusia en los procesos electorales europeos como había ocurrido en Estados Unidos y en el Brexit». Lo que pidió -recuerda- «son medidas para evitar la viralización artificial mediante una red de bots de una noticia o varias noticias falsas. O sea, atacar la viralización; pero no analizar selectivamente las noticias que tú quieres. Porque si hay una noticia falsa al lado de una verdadera eso es la libertad de expresión, el pluralismo informativo y el derecho a la información».
Adsuara cuenta que lo que ha hecho el Gobierno ha sido actualizar, sin que haya elecciones a la vista, un acuerdo que aprobó el Consejo de Seguridad Nacional en 2019 con vistas a las múltiples elecciones que teníamos en España aquel año. «El problema -afirma- es que se les ha ido la mano porque ahora ya no es para campañas de desinformación de potencias extranjeras en procesos electorales (porque no tenemos ningunas elecciones a la vista), sino que quieren que sirva para cualquier tipo de desinformación en cualquier tema… el Covid o lo que sea».
Verdad oficial
Borja Adsuara recuerda la polémica pregunta que hizo el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en pleno confinamiento del estado de alarma, en la primera oleada sobre el Covid. «Como el Gobierno es el que pretende decidir qué es desinformación, lo suyo nunca sería desinformación y, como dijo el CIS en aquella famosa pregunta sobre el Covid, todo lo que no sea la postura oficial es un bulo. Esta norma de ahora parte de lo mismo: jugar con las cartas marcadas. Si estamos en un juego, yo te digo que las reglas son las que yo pongo y que, además, las voy a ir cambiando. Unas veces voy a decir una cosa y otras la contraria, pero, siempre, todo lo que yo diga será verdadero y lo tuyo, si me contradices, no».
Borja Adsuara recuerda que la desinformación se produce también desde instancias oficiales. «Si entras en la veracidad de una noticia tienes que entrar en la veracidad de todas las noticias porque entonces, sino, lo que haces es aplicar la norma selectivamente y analizar la veracidad de las noticias de los que te critican o de los que te caen mal».
Borja Adsuara cree que la orden ministerial no sólo atenta contra el derecho a la información, sino también contra la libertad de expresión porque, gracias de nuevo a su redacción ambigua, «mezcla campañas de desinformación que no son de informaciones objetivas sobre hechos objetivos, sino sobre opiniones». Adsuara lo tiene claro: «No puedes censurar una crítica al Gobierno que no está en el campo de la información, sino en el campo de la libre opinión».
Gobierno «desinforma»
Y cuando el que desinforma es el Gobierno, ¿qué pasa?, le preguntamos. «Pues como, por ejemplo-contesta- con la propia nota de prensa que tuvo que sacar Moncloa para aclarar este procedimiento. La nota de prensa que yo he leído sólo cuenta la mitad de la verdad. Y cuando cuentas la mitad de la verdad, ¿estás informando o desinformando?». Borja Adsuara tira de ironía para preguntarse: ¿Va a estudiar el Gobierno la desinformación que contiene la propia nota de prensa que han hecho ellos mismos sobre este asunto de la desinformación?». Y añade, por cierto: «Cuando hay que explicar una norma y aclararla con una nota de prensa es que la orden ministerial no está muy bien hecha. La finalidad del derecho es la seguridad jurídica. Y cuando las normas no dan seguridad o, incluso, generan inseguridad o intranquilidad, no cumplen su finalidad».
Borja Adsuara reitera que, por su experiencia, la ambigüedad de esta norma no es casual: «Es que no es una tarea nada fácil. Es muy difícil redactar una orden ministerial sin decir cosas concretas. Nadie se ha enterado cómo se va a hacer la monitorización, qué garantías judiciales va a haber, cuáles son las respuestas. Se dice: se hará una campaña oficial para combatir una noticia declarada como desinformación. ¡Ah!.. y entonces ¿se obligará a un medio de comunicación a insertar una campaña oficial?. No hay nada claro en el texto».
«Plataformas digitales»
El Gobierno cita en el texto a las plataformas digitales y las mezcla con los medios de comunicación tradicionales. Ello suscita nuevos motivos de desconfianza: «Los bulos y las fake news se difundan, sobre todo, por plataformas como Whatsapp. El Gobierno ha metido en el mismo saco de los medios a las plataformas digitales cuando no es verdad. Una plataforma digital no es un medio de comunicación. Es una plataforma de intercambio de comunicaciones electrónicas entre particulares». El experto recuerda que «la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información sólo les obliga a eliminar los contenidos que sean claramente ilegales. Las plataformas digitales no tienen línea editorial ni tienen que estar moderando contenidos. Solo pueden suprimir los que son claramente ilegales . Y, en caso de duda, si no son claramente ilegales, siempre han de resolver en favor de la libertad de expresión».
Para Adsuara «ahora hay mucha gente interesada en exigir a las redes sociales un rol que no les corresponde como si fueran medios de comunicación. Si lo consiguen, pasarán a ser responsables de todos los mensajes que publiquen igual que un medio de comunicación es responsable de todos los mensajes que publica. Eso es una locura. Si lo logran, los ciudadanos habremos perdido una plaza pública donde expresar nuestras opiniones libremente».
Arma peligrosa
Borja Adsuara cree que Iván Redondo (jefe de Gabinete del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez) o Miguel Ángel Oliver (secretario de Estado de Comunicación) no pintan nada en esta historia. «Es muy fácil ahora decir usted critica la orden ministerial porque le cae mal el Gobierno. No, no. Es que yo no quiero que esto lo tenga ningún Gobierno. Como ciudadano, yo no quiero que esta arma la tenga ningún Gobierno porque redactando una norma tan ambigua, que puede ser usada para todo, incluso concediéndoles que ha sido por torpeza y que no piensan hacer nada malo, lo que han creado es una norma que el siguiente que venga también podría utilizar, incluso contra ellos. Ese el peligro. Ningún ciudadano de ninguna ideología debería estar a favor de que cualquier Gobierno tenga un arma así».