Barberá incendia el PP: «Esto nos pasa por no haber echado a Rita antes»
El atrincheramiento de la que fuera alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, en su escaño en la Cámara Alta, ha levantado ampollas entre los barones populares que «no entienden» cómo se ha llegado hasta aquí. La mayoría de los líderes territoriales coinciden tanto en la crítica como en los argumentos.
«¿Que qué me parece?», se pregunta uno de los componentes del Comité Ejecutivo Nacional de Génova 13 que rápida y tajantemente contesta: «Pues me parece lo peor». Otro de los barones subraya que esto no ha sido más que una «solución intermedia» y, asegura, «una solución intermedia nunca es una buena solución». Otro de los nombres de más peso de la formación popular va más allá: «Esto nos pasa por no haberla echado antes».
La gestión por parte del partido de lo que se denomina el ‘caso Barberá’ ha sido duramente criticada en más de una ocasión, no solo por los presidentes autonómicos o líderes regionales, sino también por los «jóvenes», tal como se denomina internamente a los tres vicesecretarios: Andrea Levy, Pablo Casado y Javier Maroto. Los dos últimos no han dudado en absoluto en pedir que Barberá asumiera sus responsabilidades, incluso en momentos en los que el propio Rajoy intentaba defenderla.
Lo cierto es que los que conocían bien a la ex alcaldesa aseguran que se habían distanciado en los últimos tiempos de ella, y los que no la conocían tan bien o nada en absoluto, no han tenido la más mínima contemplación a la hora de cuestionar su figura y su papel en el partido.
Sin embargo, según aseguran a OKDIARIO, ha sido una sorpresa para todos la resolución que se ha anunciado en la tarde de este miércoles, vía comunicado de la política valenciana. Los barones daban por descontado que, finalmente, Rita Barberá asumiría su responsabilidad política y dimitiría de todos sus cargos, esto es, tanto en el partido como en el Senado. Con lo que no contaba ninguno es con que la senadora por designación autonómica «se descolgara» con una marcha del partido pero manteniendo su escaño en el Senado.
Únicamente en su tierra, en Valencia, no se han sorprendido por el desarrollo de los acontecimientos y aseguran que «sólo había dos opciones: resistir la presión o sucumbir a ella. Y Rita no es cualquier cosa, así que para nosotros era bastante previsible que terminara como ha terminado. Se ha pronunciado todo el partido, pero ella aguanta».
Críticas también en público
Horas antes de que Barberá hiciese pública su dimisión a través de un comunicado, varias voces del PP ya le pedían que se hiciese a un lado por el bien del partido.
Uno de los más duros ha sido el ex ministro de Sanidad y candidato ‘popular’ a lehendakari, Alfonso Alonso, que confiaba en que la ex regidora valenciana tomase la decisión correcta aunque, apostillaba, «de no ser así, el partido debería tomar cartas en el asunto». “Llega un momento en el que ya no se aguanta más. Hemos llegado a ese momento y lo hemos sobrepasado. Por mucha cautela y mucho respeto que uno quiera tener, llega un momento en el que esto ya causa mucho perjuicio, escandaliza a la gente y, entonces, hay que tomar decisiones”, se quejaba Alonso.
Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, expresaba su deseo de que Barberá abandonase el cargo de “manera voluntaria”. Durante una entrevista radiofónica en ‘La ventana’ de la Cadena Ser, Cifuentes defendía que lo s políticos tienen que seguir “unas normas que son éticas” y que aunque puede ser injusto desde el punto de vista judicial deben dimitir cuando se les abre una causa.
En el caso de Rita Barberá, Cifuentes aseguraba que el “problema” del sistema político es que las actas son del diputado y no del partido y no le pueden obligar.
En la misma línea se expresaba el también senador popular Alberto Fabra, que aseguraba el pasado martes que Barberá era consciente de “cuál es la situación que se crea” con su caso, y afirmaba también que la senadora sabría “estar a la altura de las circunstancias”.
En un momento en el que los de Rajoy siguen buscando el desbloqueo que les permita formar Gobierno y en el que dos de los hombres más fuertes del partido, Alberto Núñez Feijóo y Alfonso Alonso se juegan mucho en las elecciones gallegas y vascas del próximo 25 de septiembre respectivamente, la gestión de la crisis «Barberá» amenaza con complicar y mucho la situación política.