Asuntos Internos de los Mossos recopila imágenes de las cargas para purgar a los agentes
Ser antidisturbio de los Mossos d’Esquadra se ha convertido en una profesión de doble riesgo. Lo es desde hace tiempo. Al peligro de sufrir una agresión en alguno de los episodios de violencia callejera que se han registrado en las últimas semanas, se une la ‘amenaza interna’: la de ser investigado y sancionado por el departamento de asuntos internos, que está recopilando imágenes de la BRIMO y de otras unidades que han participado en el control de los violentos de cara a abrir expedientes disciplinarios por su actuación.
Al más puro estilo de la ‘ley del talión’, la Generalitat busca un ‘ojo por ojo’ con los agentes antidisturbios de los Mossos. La CUP, ERC y Junts han exigido responsabilidades por el presunto disparo de una bala de foam que impactó en el rostro de una manifestante y le provocó la pérdida del globo ocular. Y esa presión se ha trasladado a la cadena de mando de los Mossos, que ya ha encargado una investigación interna con un objetivo muy claro: sanciones.
Según fuentes policiales a las que ha tenido acceso OKDIARIO, esta investigación ya está en marcha y recae directamente sobre la División de Asuntos Internos (DAI) de los Mossos d’Esquadra. De momento, explican, se están revisando imágenes que se han subido en las últimas semanas a las redes sociales y que han sido emitidas en medios de comunicación. Pero además, se están requiriendo a algunas de las unidades participantes que revelen las imágenes que hayan grabado por ellos mismos de sus actuaciones. En ocasiones a través de cámaras que llevan los agentes u otros dispositivos colocados en sus vehículos.
Una ‘caza de brujas’
«De nuevo, en el ojo del huracán», explican agentes de los Mossos, que se declaran «hartos de estar siempre bajo investigación» por realizar su trabajo, cuestionados por sus actuaciones y «acusados de ser poco menos que una panda de matones armados». La realidad, aseguran agentes de la BRIMO a OKDIARIO, es que «nos jugamos la vida en cada salida y sabemos que lo peor llega cuando volvamos a comisaría». Una ‘caza de brujas’ a la que ya se han acostumbrado y que ha ocurrido en el pasado.
Toda esta «persecución», denuncian, está marcada por cuestiones políticas: el difícil equilibrio de fuerzas surgido tras las últimas elecciones ha otorgado a la CUP un papel determinante. Y la CUP pide, directamente, terminar con el actual modelo policial vigente en Cataluña. Un camino que finaliza con el desmantelamiento de los BRIMO y unidades de acción similares como los ARRO.
La CUP ya ha pactado con JxCAT -en una reunión de este jueves- una «moratoria» para que los Mossos dejen de utilizar pelotas de foam en las manifestaciones y se han comprometido a «acabar con las malas prácticas y la impunidad». Piden, además, dejar a la BRIMO al margen de las operaciones que tengan que ver con desahucios.
Señalados
El hartazgo interno entre los Mossos de la BRIMO es patente desde hace tiempo, pero se ha intensificado en las últimas semanas. De hecho, los agentes se llegaron a plantear una «huelga de porras caídas» cuando, en pleno acoso de la violencia callejera cada noche, fueron señalados por la Consejería de Interior de la Generalitat.
Ese señalamiento se ha producido también desde TV3. La cadena autonómica, financiada con dinero público, ridiculizó esta semana a los agentes antidisturbios de los Mossos retratándolos como obsesionados por disparar contra todo:
Esto de TV3 es una humillación hecha con dinero público a quienes se juegan la vida en la calle para contener a los violentos. No hay justificación posible. Todo mi apoyo a los @mossos, que tanto tiempo llevan sufriendo los ataques de los radicales y el abandono de los gobiernos. pic.twitter.com/GVRWOT4mFl
— Inés Arrimadas (@InesArrimadas) March 2, 2021
Polémico ha sido en los últimos días también el plan para blindar los cristales de las comisarías para adaptarlos a la «nueva realidad social», tal y como admitió el portavoz de los Mossos.