El Arzobispado de Barcelona se rebela contra el Govern y celebra la misa por las víctimas sin las restricciones
La Iglesia ha anunciado que en los próximos días emprenderá acciones legales contra "la arbitrariedad y la indefensión que sufren el derecho a la libertad religiosa y la libertad de culto"
El Arzobispado de Barcelona se ha rebelado y no sólo ha mantenido para esta tarde la celebración de una misa funeral en recuerdo de las personas fallecidas por el Covid-19 en la Basílica de la Sagrada Familia, sinmo que la ha celebrado, a pesar de que el Plan Territorial de Protección Civil de Cataluña (Procicat) no dio la autorización al acto por superar las diez personas previstas para ceremonias religiosas.
El cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha presidido desde las 19:00 horas la misa funeral por el eterno descanso de las víctimas del Covid y por el de los fallecidos por otras causas durante el tiempo de confinamiento y que no han podido ser despedidos por sus familiares en una ceremonia católica.
Según un comunicado del arzobispado hecho púbico antes, al funeral asistirían de forma presencial los familiares de los difuntos por el Covid los representantes de los sectores de la alimentación, de las residencias de ancianos, de los tanatorios, de los cementerios, periodistas, vendedores de prensa, hoteleros, entidades caritativas y autoridades políticas.
Sin embargo, el Procicat recordó esta misma semana al arzobispado que una resolución del pasado día 17 de julio establece que se debe limitar a diez personas la presencia en los actos religiosos, y no autorizó la misa por este motivo.
Según fuentes de la Generalitat, desde el arzobispado ya les habían informado de que harían la misa para que las personas que lo deseen la pudieran seguir por la televisión, como así ha sido.
En la ceremonia no se esperaba la presencia de representantes del Govern, mientras que, por su parte, el teniente de alcalde de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, había anunciado a través de las redes sociales que los responsables del ejecutivo municipal han acordado no participar en la misa para no contradecir las indicaciones de la Generalitat.
Un compañero de partido de Batlle, Ramon Espadaler, sí que ha anunciado que acudiría a la eucaristía, por delegación de Miquel Iceta, líder del grupo parlamentario que comparten el PSC y Units per Avançar y también como miembro del partido heredero de la extinta Unió.
En un comunicado, el arzobispado ha asegurado hoy sábado que se cumplirían «todas las medidas sanitarias vigentes que han sido consideradas suficientes por la administración pública para la apertura ayer y hoy de la Sagrada Familia a los turistas, de acuerdo con la insistente invitación del Ayuntamiento de Barcelona y de la Generalitat de Cataluña por reactivar la vida económica».
La Iglesia irá a los tribunales
Por otra parte, la Iglesia ha anunciado que en los próximos días emprenderán acciones legales contra «la arbitrariedad y la indefensión que sufren el derecho a la libertad religiosa y la libertad de culto».