Las anécdotas de la cumbre: torrijas a los postres tras un discurso de Tsipras inspirado en Cervantes
El Presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, hizo de perfecto anfitrión ante los jefes de Estado o de Gobierno que lideran los países del sur de Europa. Una visita breve que además de ratificar los anteriores encuentros y reforzar sus vínculos con respecto a la Unión Europea, los líderes pudieron disfrutar de una visita histórica por el Palacio Real de El Pardo y tomar de postre las famosas torrijas.
El Palacio Real de El Pardo fue el sitio escogido para celebrar esta tercera cumbre a la que asistieron el presidente de Francia, François Hollande; el de Chipre, Nicos Anastasiades; y los primeros ministros de Grecia, Alexis Tsipras, Italia, Paolo Gentiloni, Portugal, Antonio Costa, y Malta, Joseph Muscat.
Rajoy fue el primero en llegar para recibir uno por uno a todos los líderes que se acercaron al palacio en coche. Una vez dentro, todos disfrutaron de una copiosa comida que consistió en alcachofas salteadas con virutas de jamón, un medallón de lubina y torrijas de postre. Todo ello acompañado de una selección de vinos entre los que destacan Marqués de Murrieta y Rías Baixas.
Al término, todos los mandatarios realizaron una declaración conjunta donde el presidente del Gobierno comenzó enumerando los aspectos fundamentales que suscribieron. El aspecto divertido lo aportó el primer ministro griego, Alexis Tsipras, que metió a Cervantes en su discurso para explicar que se debe de trabajar conjuntamente si queremos ver a Europa remontar.
«Estamos en un momento muy crítico pero Cervantes ya dijo que lo que es absurdo, es ver al mundo solo como es y no como tendría que ser. Queremos ver Europa como podría ser y no como es. Tenemos que trabajar para hacerla como debería ser», dijo Tsipras.
Reino Unido, «un estrecho aliado»
Sin duda, el aspecto clave de la reunión es que hubo unanimidad en respaldar la «unidad» respecto al Brexit asegurando que, pese a que Reino Unido decida salir de Europa, será «un estrecho aliado».
Resaltaron además la «firme defensa de la unidad de la Unión, de sus instituciones, de sus valores compartidos», entre los que destacan la libertad, la democracia, los derechos humanos, la solidaridad y el Estado de derecho. Asimismo, acordaron respaldar a Estados Unidos y a su presidente Trump ante la actuación en Siria tras el ataque aéreo con armas químicas señalando que fue «necesario» y «comprensible». Sin embargo, viraron de posición pidiendo una «solución política creíble» y no más acción militar.
Al hilo de ello, Rajoy expresó la condena de los líderes del sur de Europa a los recientes atentados terroristas en Rusia, Suecia y Egipto. El jefe del Ejecutivo aprovechó para destacar también la necesidad de avanzar para lograr un acuerdo con Mercosur y renegociar el existente entre la UE y México. Y asimismo, recordó el apoyo de los países del sur de Europa al proceso de reunificación de Chipre.
Al término de la comparecencia, el presidente del Gobierno invitó al resto de líderes a realizar una visita por el Palacio mostrándoles los numerosos tapices, algunos de Goya, y las históricas salas donde pasearon Carlos III, Carlos IV y Fernando VII, entre otros célebres.
El presidente del Gobierno anunció que la próxima cumbre se producirá ya en septiembre, una vez pasadas las elecciones francesas y alemanas que podrían alterar la hoja de ruta europea en el caso, por el ejemplo, de que la populista Marine Le Pen ganase en Francia. La presidenta del Frente Nacional busca un ‘frexit’ a toda costa (la salida de Francia de la UE). Tanto en el Ejecutivo de Rajoy como en el de Hollande consideran que impere «el sentido común» y se muestran dispuestos a levantar la voz en Europa para buscar la «unidad» de los 27 ante una salida de Reino Unido negociada y en distintas fases para dejar todo atado. «Es una pena su salida, pero respetamos la decisión», dijo Hollande.