Pablo Hasél

Ada Colau esconde a los antidisturbios de la Guardia Urbana durante las protestas por Hasél

El equipo de la Guardia Urbana especializado en la gestión de masas violentas apenas actúo durante los disturbios que sumieron en el caos a la Ciudad Condal.

Ada Colau Guardia Urbana Hasél
Miembros de los antidisturbios de Guardia Urbana denuncian haber sido infrautilizados en los disturbios por Hasél.
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

La Unidad de Refuerzo de Emergencia y Seguridad de la Guardia Urbana apenas apareció en labores de control de masas durante los días en los que ha habido altercados violentos en Barcelona. Se trata de una unidad específica de 120 agentes que mantiene una tensa relación con la alcaldesa Ada Colau, quien aseguró querer suprimirla, luego amplió sus plantillas y al final trató de maquillarla con siglas nuevas. “Estos días nos han sacado para la foto”, denuncia uno de sus componentes. Más de un centenar de policías en la calle son muchos policías, y menos son muchísimos menos, y si no que se lo pregunten a los mossos que llevan varias noches repeliendo pedradas de los violentos que con la excusa de ofenderse con el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél están dejando, otra vez, una factura enorme de desperfectos en Barcelona.

La más importante de esas cuentas es la personal, la humana,  ya que vamos camino del centenar de agentes de la Policía Autónoma Catalana heridos. La otra factura, que también es muy importante, es la que ya supera en mucho el medio millón de euros en daños materiales. En previsión de este tipo de incidentes las dos grandes ciudades de España, Madrid y Barcelona tienen dentro de sus policías locales equipos específicos de antidisturbios. Y otra vez, ante una oleada de violencia desmedida el Ayuntamiento de Barcelona ha vuelto a esconder a los suyos. “Nos han tenido todas las noches jugando al ratón y al gato, moviéndonos por la ciudad sin mucho sentido y luego, cuando nos han puesto a custodiar negocios privados para evitar saqueos sólo hemos visto a periodistas. Parece que estábamos allí para la foto”.

La relación de la alcaldesa de Barcelona con la unidad antidisturbios de la policía de la ciudad nunca ha sido fácil. En el pasado más inmediato, sobre todo con motivo de la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre y más recientemente con motivo de las manifestaciones que se produjeron tras la sentencia contra los líderes independentistas, Ada Colau siempre ha permitido que fueran los Mossos lo que se colocaran al frente de la resistencia policial para contener a los violentos que aprovechaban todos esos hitos para apedrear a la policía, quemar contenedores o desvalijar tiendas. De hecho, en 2015, cuando accedió al poder en el Ayuntamiento, manifestó que su intención era disolver la unidad antidisturbios de la Guardia Urbana, pero las necesidades de la ciudad la obligaron a mantenerla, ampliar su plantilla y sólo pudo conformarse con cambiar su denominación para que ya no fuera la Unidad de Apoyo Policial, sino la de Emergencia y Seguridad, eso sí, manteniendo una de sus principales funciones, el control de masas ataviados con un equipo policial que bien podría pasar por el de cualquier antidisturbios nacional o de Mossos. El complejo de Ada Colau con esa unidad en concreto ha sido siempre mayúsculo pero al final ha cedido por necesidades de seguridad. Eso sí, autoriza su uso cuando le conviene, y al parecer las protestas por Pablo Hasél no le deben haber parecido motivo para que se empleen a fondo.

Sirve de apoyo a los Mossos

Y en medio de esta complicada relación entre la alcaldesa de la segunda ciudad más importante de España llegaron las jornadas consecutivas de protestas por el encarcelamiento de Pablo Hasél.

OKDIARIO ha consultado a fuentes de Mossos d’Esquadra si se sintieron respaldados por la unidad de antidisturbios local de Barcelona durante los disturbios por Pablo Hasél, que al fin y al cabo está para eso, para reforzar a la policía de la autonomía. “Fue algo tibio al principio, las dos primeras jornadas ni los vimos. Es cierto que luego han estado presentes de alguna manera, identificando detenidos o patrullando de paisano, pero en funciones de control de masas los hemos visto poco, algo más cuando tenían que proteger sus propias dependencias”. Pero los mossos consultados saben que los guardias urbanos que deberían haberles apoyado en estos días tan complicados no han hecho más que seguir las órdenes dadas desde el ayuntamiento, así que este diario ha preguntado a directamente a miembros de la unidad antidisturbios de Ada Colau.

“Nos han estado moviendo por la ciudad sin mucho criterio. Llegábamos a los sitios cuando Mossos había controlado la situación o cuando los violentos simplemente habían cambiado de sitio”, afirma taxativo uno de los miembros de la citada unidad. En estas últimas noches de altercados hubo un episodio especialmente llamativo que la fuente consultada por este diario ha ilustrado con imágenes captadas desde dentro de los furgones policiales. “Nos pidieron ir inmediatamente a Paseo de Gracia a vigilar el escaparate de una tienda de lujo. Llegamos varias unidades y formamos en la acera. Cuando no dimos cuenta allí no había ninguna amenaza, pero sí un montón de medios de comunicación. Estaba claro. Nos pusieron allí para la foto y que nadie pudiera decir que los antidisturbios de la Guardia Urbana de Barcelona no habían salido a trabajar”.

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