'Caso Dina-Iglesias'

La acusación pide imputar a Dina Bousselham por falso testimonio y el juez no se opone

Dina Bousselham
Dina Bousselham. (Foto. Podemos)

La asociación Prolege, que ejerce la acusación popular en el caso Dina-Iglesias, ha solicitado al juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón la imputación de Dina Bousselham por un delito de falso testimonio. Este martes ha sido la última declaración de la ex asesora podemita en esta causa, en la que se investiga por qué Pablo Iglesias guardó en su poder la micro SD y se la entregó a su propietaria meses después, totalmente destruida. Bousselham ha ofrecido una nueva versión ante el magistrado, y ya van seis distintas, con el objetivo de salvar a su ex jefe de una imputación por revelación de secretos con agravante de género y daños informáticos.

Según ha podido saber OKDIARIO, el instructor no se ha opuesto a dicha solicitud y ha emplazado a la abogada Carolina Mata a presentar un escrito con dicha petición. Bousselham ha ofrecido una nueva versión de los hechos al juez pese a declarar bajo juramento.

En su primera declaración aseguró que nunca pudo acceder al contenido del dispositivo, porque estaba dañado cuando Iglesias se lo entregó: «Yo nunca la he llegado a abrir porque nunca me ha funcionado, de hecho intenté recuperar la tarjeta SIM para mandarla, en este caso a Berlín, que no lo hice nunca, y la dejé en el olvido hasta ayer».

Estas revelaciones hicieron que el magistrado, de acuerdo con la Fiscalía Anticorrupción, retirase a Iglesias la condición de perjudicado en el procedimiento y le imputaran los delitos de revelación de secretos y daños. Dina, con el objetivo de ayudar a su ex jefe, envió una carta al magistrado y se retractó de su primera declaración. La testigo ahora aseguraba que el ex líder morado cuando le entregó la tarjeta de su móvil, funcionaba perfectamente.

Este martes, Bousselham ha testificado por tercera vez ante el juez y ha manifestado, no sólo que funcionaba, sino que además pudo comprobar en un ordenador el contenido de la tarjeta de memoria y la guardó «en un cajón». La ex asesora añade esta información para desvirtuar la causa contra Iglesias.

Iglesias la destruyó

García-Castellón reflejó en un auto, «la única explicación posible» a los daños informáticos sufridos por la tarjeta del teléfono móvil de la ex asesora, que hacen imposible acceder a su contenido, es que fuera su jefe por aquel entonces, Pablo Iglesias, quien los provocara.

El juez recrea, en un auto del 7 de junio, el recorrido que habría tenido la tarjeta mini SD del teléfono móvil de Bousselham desde que el presidente del Grupo Zeta –dueña de la extinta Interviú, la revista a la que llegó la tarjeta a finales de 2015–, Antonio Asensio, se la entregó al líder de Podemos hasta que este último se la devuelve a su legítima propietaria.

El magistrado detalla que Iglesias recibió la tarjeta en «buen estado», hasta el punto de que pudo ver su contenido en la sede del Grupo Z, se la llevó y la guardó un tiempo hasta dársela a Bousselham, totalmente destruida. «Podemos concluir que la única explicación posible, a partir de los indicios recabados, para entender la inoperatividad de la tarjeta, es que los daños se causaran mientras estaba en poder del señor Iglesias, pues la micro tarjeta funcionaba en el momento en el que el señor Asensio se la entrega, y ya no lo hace cuando el señor Iglesias se la devuelve» a Bousselham, señaló García-Castellón.

El juez no le cree

Ahora la ex asesora sale al rescate de su ex jefe y se culpa así misma de mentir para que el ex líder de Podemos salga impune. Pero el juez no se cree la sexta versión de Dina Bousselham. «Lo digo con total sinceridad: si usted recibe la tarjeta, la mete en el ordenador, funciona, la mete en un cajón y después no funciona… realmente es un hecho extraordinario».

La ex asistente de Pablo Iglesias en el Parlamento europeo ha ofrecido ya seis versiones distintas y contradictorias sobre estos hechos. Dina ocultó en la ampliación de denuncia, en julio de 2016, en un juzgado de Alcorcón que ya había recuperado la tarjeta de memoria de su móvil porque se la entregó supuestamente Iglesias en esa fecha.

Bousselham declaró el 10 de diciembre de 2018 ante la Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Policía Nacional como testigo-perjudicada en la pieza separada número 10 del caso Villarejo. En esta ocasión, aseguró expresamente que no tenía ninguna copia de la tarjeta de su teléfono móvil. Mintió, pues ya hacía dos años que Pablo Iglesias le había entregado el dispositivo de memoria.

Tres meses después, el 27 de marzo de 2019, Dina Bousselham declaró de nuevo bajo juramento, en calidad de testigo-perjudicada, ante el juez Manuel García-Castellón. Reconoció que había mentido ante la Policía Nacional y entregó al magistrado la copia de la tarjeta de memoria que Iglesias había recibido de manos del presidente del Grupo Zeta.

Dina también mintió cuando aseguró al juez que nunca envió a sus amistades capturas de los chats machistas de Pablo Iglesias sobre Mariló Montero. Mentía, tal como ha podido comprobar la Unidad de Asuntos Internos de la Policía. La ex asesora reconoció que había mentido y admitió lo que ya había descubierto Asuntos Internos: antes del supuesto robo de su móvil, Dina hizo capturas de los chats machistas del líder de Podemos y se las envió a varias amistades y compañeros del partido.

Debido a todas estas contradicciones, la acusación Prolege solicitará la imputación de Bousselham por un delito de falso testimonio. «Mentir bajo juramento y desvirtuar un proceso judicial no puede quedar impune», asegura la acusación a OKDIARIO.

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