El Gobierno ofrece a CC y PNV un pacto de legislatura atando los Presupuestos de 2018 y 2019
El Gobierno negocia no sólo para aprobar los Presupuestos de este año, sino para dejar despejado el camino a los de 2018 e, incluso, de 2019, según fuentes gubernamentales conocedoras de las conversaciones.
La intención del Ejecutivo y, en particular, del departamento que dirige Cristóbal Montoro es evitar un excesivo «desgaste» en la negociación de las cuentas de 2017 y hacer el mayor esfuerzo en sacar adelante las siguientes.
Por ello, las negociaciones van más encaminadas a lograr una especie de «acuerdo de gobernabilidad», un compromiso de los grupos por la estabilidad, que evite una situación de «bloqueo» y que implicaría un pacto de medio o largo alcance. De hecho, la buena actitud que en las últimas semanas se ha detectado tanto en PNV como en Coalición Canaria hace al Gobierno optimista de cara a hacer valer las mismas mayorías para la aprobación del techo de gasto de 2018, un trámite que se iniciará una vez se voten los próximos Presupuestos.
Desde Hacienda señalan que el techo de gasto para este ejercicio ya está aprobado, por lo que no se podrán aumentar las partidas incluyendo todas las demandas de los diferentes grupos. De este modo, estas peticiones, en caso de llegar a un acuerdo, se prorrogarán para el próximo año o incluso para el 2019. Así, cuestiones en torno el cupo vasco o el Régimen Económico y Fiscal de Canarias podrían ser abordadas más adelante, aunque el compromiso sí quedará sellado.
El PSOE y la duración de la legislatura
El Consejo de ministros de este viernes dará luz verde para que el borrador de Presupuestos entre en su trámite parlamentario, el 4 de abril. Según los cálculos del Ejecutivo, el debate a la totalidad tendrá lugar en la primera semana de mayo y hacia finales de mes, las negociaciones estarán totalmente limadas. De esta forma, para cuando el PSOE celebre sus primarias, el próximo 21 de mayo, los Presupuestos llegarían encarrilados al debate definitivo.
La suma de PNV y Coalición Canaria permitirá al PP superar ya las enmiendas a la totalidad que presentarán, entre otros, el PSOE. Y en los próximos días, todo el esfuerzo irá dirigido hacia Pedro Quevedo, el diputado de Nueva Canarias cuyo voto será decisivo para que las cuentas sean definitivamente aprobadas.
El apoyo de los socialistas no será así determinante, pero tampoco es un secreto que al Ejecutivo le gustaría contar con el mayor respaldo parlamentario. Y en especial, con el del principal partido de la oposición. Para Rajoy, eso sería una relativa garantía para apostar por la legislatura y una prueba para la imagen de España ante las instituciones comunitarias.
Pero hace tiempo que en el Gobierno son conscientes de que no pueden «presionar» ahora al PSOE, y por ello, les emplazan a negociar las cuentas que vienen. El mensaje que se les ha trasladado desde Ferraz es idéntico, según fuentes populares.
En junio, los socialistas habrán celebrado ya su congreso, y, con nueva dirección, estarán ya en condiciones de «normalizar» su vida parlamentaria. Pero la disposición al acuerdo varía en función de quién sea el ganador.
Si es Sánchez, el acuerdo será «imposible», se conviene en fuentes del PP. Si es Díaz, «habrá que verlo». Los socialistas tendrán que determinar, tras su congreso de junio, si su apuesta es una oposición combativa, aunque ello fuerce la convocatoria anticipada de elecciones. O, por el contrario, un acuerdo de «cordialidad» con el Ejecutivo, que lleve al respaldo parlamentario.
Esa elección vendrá determinada, sobre todo, por el ánimo de un PSOE aún en plena reconstrucción para afrontar unos comicios. La opinión en el partido se divide entre quienes consideran que lo mejor es aprovechar para consolidarse, alargando la legislatura, o aquellos que no ven mal «precipitar» unos comicios a través del bloqueo sistemático al Ejecutivo.
Sea cual sea la oposición «leal» o «desleal» que se plantee desde el PSOE, para Mariano Rajoy la prioridad total es sacar adelante las cuentas de 2018. Un año clave para que el Gobierno pueda consolidar la senda de la recuperación y en el que tendrá las previsiones económicas de cara. Si se cumplen los pronósticos, el desequilibrio presupuestario estaría por debajo del 3% del Producto Interior Bruto (PIB). El Ejecutivo aspira además avanzar en su compromiso de llegar a 20 millones de empleos en 2020.
La negociación avanza
A falta de que las negociaciones se cierren, los avances son un hecho. El Gobierno da por ultimado el apoyo de los cinco diputados del PNV, más aún después de que la abstención del PP permitiese sacar adelante los Presupuestos vascos.
La negociación está también encarrilada con Coalición Canaria. La vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría, se garantizó el voto afirmativo de este partido tras una reunión el presidente canario, Fernando Clavijo, donde se ratificó el acuerdo sobre el Régimen Económico y Fiscal de Canarias.
Y las conversaciones seguirán en los próximos días con Pedro Quevedo (Nueva Canarias). Las negociaciones, de las que se ocupa directamente el ministro de Hacienda, incluirían además de más inversiones e infraestructuras la admisión de la reforma electoral de las Islas Canarias.
De hecho, este último sería el principal elemento de presión de Quevedo para desbloquear la aprobación de los Presupuestos. Para Nueva Canarias, este sistema es «injusto y antidemocrático» al exigir para poder obtener un escaño en el Parlamento que las candidaturas superen el 6 % de votos en toda la comunidad autónoma o el 30 % en una isla concreta.
Hace unos días, Quevedo ya preguntó a Mariano Rajoy en el Congreso su opinión por esta fórmula. El presidente del Gobierno admitió que existen argumentos para plantearse una reforma electoral en Canarias, aunque también defendió que lo mejor es que la haga el Parlamento autonómico.