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Aluvión de cierres de sedes de Podemos tras los batacazos del 28M y el 23J

Los magros resultados de las elecciones del 28M y del 23J sacuden a Podemos y abre las puertas a un plan de contingencia económica que acabará en el cierre de múltiples sedes y locales. El partido fundado por Pablo Iglesias se enfrenta a su mayor crisis con su desaparición en decenas de ayuntamientos, en parlamentos y gobiernos autonómicos y con la reducción de su presencia en el Congreso a sólo cinco diputados. Tiene que devolver medio millón de euros en microcréditos por las elecciones municipales y autonómicas y el pago de cientos de alquileres por toda España aprieta.

En este marco, Podemos retrocede posiciones para tratar de apuntalar su futuro a medio plazo. El partido morado ha cerrado sus sedes en León, en barrios de Madrid y se ha mudado a locales más pequeños en provincias como Sevilla. Podemos se queda en los huesos. Tras su intento de asaltar los cielos y su entrada en el Gobierno de España, todo son malas noticias. La militancia está muy tocada. Buena parte ve con buenos ojos la apuesta de Yolanda Díaz con su partido Movimiento Sumar y no hay músculo económico y humano para mantener abierta la red de sedes de Podemos por todos los rincones del país. El gran objetivo de crear Juan Carlos Monedero de crear «poder popular» y «un partido movimiento» pierde fuerza con este cierre paulatino de espacios para los militantes de Podemos.

Podemos está en su mayor encrucijada y otra muestra de ello es que ha borrado su mapa interactivo de los círculos activos en su web. Hasta hace no mucho hacían una invitación a cualquier persona a integrarse en las bases territoriales de la organización morada. Sin embargo, ahora la formación apuesta por replegarse y únicamente incluyen un correo electrónico para que si hay interesados escriban un email consultado dónde puede apuntarse.

El futuro del partido de Ione Belarra e Irene Montero está en tela de juicio y la Secretaría de Organización, que ahora lidera Lilith Verstrynge, lleva tiempo impulsando medidas drásticas para evitar el escenario que ahora vive Ciudadanos, otro partido que creció en paralelo a Podemos.

Hace meses ya se trasladó a los secretarios de organización autonómicos y locales que Madrid no iba a dar dinero para financiar la red de sedes moradas. Debían buscar fondos propios para mantener sus locales. Dentro de la cascada de cierres, se abandonó la sede de Logroño y se optó por un sistema de alquilar salas de coworkings para celebrar las reuniones.

En el caso de Madrid, el plan pasa por ir cerrando los locales en la mayoría de los distritos, para mantener únicamente uno en el norte de la capital, en Fuencarral-El Pardo, y otro en el sur, en Usera, donde precisamente se ha celebrado la última reunión de la dirección de Podemos en la Comunidad de Madrid con Jesús Santos, coordinador autonómico crítico con la dirección estatal que apuesta por Sumar, pero sin Luis Nieto, su homólogo local en la capital. Sí han estado Alejandra Jacinto y Roberto Sotomayor, que tras un primer momento en el que no se contó con ellos por parte de Belarra y Verstrynge, ahora tratan de mantenerse en la estructura morada.

En su corta historia, Podemos se enfrenta al ser o no ser en el nuevo panorama donde la voz cantante en el espacio a la izquierda del PSOE será de Yolanda Díaz tras unos resultados que Belarra trata de minusvalorar. Su estructura territorial va a quedar reducida al mínimo para tratar de sobrevivir.