TRANSPORTE AÉREO

Vueling paraliza su plan de inversiones hasta cerrar el acuerdo con su plantilla

Negocia con sus tripulantes de cabina españoles y lo hará con los franceses y los pilotos de España, Francia e Italia

IAG reduce un 89% sus pérdidas en el primer trimestre hasta los 87 millones

IAG adelanta a Lufthansa y los analistas esperan un aumento de ingresos del 70% hasta abril

Vueling pilotos
Marco Sansavini, presidente y consejero delegado de Vueling.

Vueling, la compañía low cost española integrada en el gigante IAG (International Airlines Group) no se acaba de fiar de cómo puede comportarse el mercado en la segunda mitad del año. Aunque el comienzo del año y las reservas para la campaña de verano marchan a ritmo creciente, la aerolínea que preside Marco Sansavini quiere forjar una estructura de costes clara y sostenible. Inmersa en un Plan de Transformación con el que empieza a cobrar frutos de la desestabilización de actividades, Vueling se ha autoimpuesto el requisito de que los costes estén controlados antes de acometer inversiones como la incorporación de nueva flota o contratar más personal. Para ello, abrirá negociaciones con sus tripulantes de cabina (TCP) y sus pilotos de España, Francia e Italia.

Las perspectivas macrointernacionales mantienen un interrogante respecto a la segunda mitad del año. La evolución de la economía, la política monetaria que las grandes economías adopten a partir del tercer trimestre según se comporte la inflación, la evolución del precio de los combustibles o la marcha de la guerra en Ucrania son sólo algunos de ellos. Eso por no hablar de las consecuencias que la huelga de los controladores franceses tendrá para todo el sector.

Pese a esas incertidumbres, Vueling incorporará este año cuatro aviones Airbus 321-Neo de los que dos están aún por llegar. Corresponden al plan de inversiones de 2022. El de este año está parado. Pero la empresa no quiere comprometer su estabilidad financiera hasta tener consolidada una estructura de costes viable a largo plazo. El objetivo: establecer convenios ‘modernos’ en los que la retribución esté vinculada a la productividad y los resultados de la empresa.

En este momento, Vueling tiene en marcha negociaciones con los tripulantes de cabina de pasajeros (TCP) para cerrar su convenio colectivo en España; aunque tiene que revisar este mismo año el convenio suscrito con sus TCP franceses.

El caso de la plantilla de pilotos es similar. La compañía emprenderá la revisión de los convenios con sus pilotos en España, Francia e Italia con el fin de cerrar el año con la estructura de costes laborales consolidada.

Desestacionalizar la actividad

Vueling puso en marcha el año pasado una nueva estrategia para reducir su estacionalidad y aumentar la utilización de sus aviones durante los meses de invierno. Con esta estrategia, la compañía consiguió aumentar el 11,3% su capacidad sobre las cotas de 2019 -con nuevas rutas y crecimiento en mercados existentes como el de las Islas Canarias-, pese a tener menos aviones en servicio. De ahí la importancia de acometer nuevas inversiones en flota y personal.

En lo que va de año, la desestacionalización, que implica ampliar sus operaciones en el primer y cuarto trimestre, ha aportado a Vueling un crecimiento del 9%. Sólo en términos de capacidad, el crecimiento del uso de los aviones ha crecido el 13%.

De momento, ante la temporada de verano, la compañía ha decidido congelar su capacidad en los niveles de 2019; lo que supone que tendrá que responder a la demanda con la misma flota y personal pese al aumento de la misma.

Según los datos de IAG, correspondientes a 2022, Vueling es la compañía del grupo con mayor número de pasajeros al operar al 98,2% de la capacidad que tenía antes de la pandemia incluida la ampliación de sus operaciones en el aeropuerto francés de París-Orly. Le siguen Iberia, que operó al 87,1%; mientras British Airways operó la capacidad de pasajeros más baja con unos AKO (asiento por kilómetro ofertado) que aún están al 70,3% de los niveles de 2019, en parte debido a las restricciones en el aeropuerto de Londres Heathrow. Aer Lingus operó al 86,8% de los niveles de 2019, incluido también el impacto de su nueva base en el aeropuerto británico de Manchester.

Aunque IAG no especifica el destino de sus inversiones, el caso es que la low cost española, por magnitud (es la compañía que más pasajeros transporta dentro del grupo) y capacidad de crecimiento, ha de ser una de las protagonistas de los 4.000 millones de euros previstos por el grupo que preside Luis Gallego como inversiones para 2023.

Dudas sobre el mercado

La decisión de la empresa, acordada con su accionista, parece más dura a la vista de la evolución del mercado aéreo mundial en el primer trimestre. Según datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), la demanda de viajes aéreos recuperó en marzo el 88% del nivel prepandemia mientras presenta un alza del 52,4% con respecto al mismo mes de 2022. La demanda de la región Asia-Pacífico, especialmente tras la reapertura de China, impulsa este crecimiento.

Los viajes ‘nacionales’ crecen en marzo hasta situarse en el 98,9% de las cifras de 2019. Los vuelos internacionales se colocan ya al 81,6% de los niveles pre-Covid; lo que supone un aumento del 34,1% en términos interanuales en las rutas internas y del 68,9% en las internacionales.

Por zonas geográficas, el tráfico internacional de las aerolíneas de Asia-Pacífico es el que más crece, el 283,1%, respecto a marzo de 2022. La capacidad de las aerolíneas, por su parte, aumenta el 161,5%; mientras el factor de ocupación sube 26,8 puntos porcentuales hasta el 84,5%.

El tráfico internacional de los grandes operadores europeos (Lufthansa, Air France-KLM, IAG) creció el 38,5% respecto al año pasado, mientras las compañías aumentaban su capacidad otro 27%. El factor de ocupación sube hasta el 79,4% durante el periodo.

Lo último en Economía

Últimas noticias