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Trabajo contempla un tiempo de adaptación para las empresas con ERTE tras el fin del estado de alarma

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Gobierno ERTE
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, junto a los dirigentes de CEOE y CEPYME y de UGT y CCOO.

El Gobierno baraja una modificación legal que permitiría que haya un periodo de adaptación tras finalizar el estado de alarma para las empresas que se han acogido a los Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor.

El ministerio de Trabajo que dirige Yolanda Díaz baraja, según las fuentes de la negociación consultadas por OKDIARIO, que haya un tiempo de margen, que podría ser de un mes, para que las empresas que han paralizado su actividad como consecuencia de la crisis del coronavirus vuelvan a la actividad o puedan presentar otro ERTE.

La fórmula inicial que había manejado el Gobierno es que las empresas que se hubieran acogido a un ERTE de fuerza mayor -las afectadas directamente por las medidas gubernamentales del estado de alarma que impiden por ejemplo abrir bares, restaurantes, hoteles y muchos otros tipos de negocios-, tuvieran que reincorporar a todos sus trabajadores en el día 1 de la vuelta a la normalidad.

El problema es que la vuelta a la normalidad será «escalada», como ya ha asegurado el propio Gobierno, por lo que las empresas no podrán volver a la actividad de golpe. De hecho, muchas de ellas creen que tendrán que convertir el ERTE por fuerza mayor en un ERTE por causas económicas, técnicas, organizativas y de producción. Desde el mundo empresarial quieren que esta conversión sea automática, pero el Gobierno pretende que las empresas tengan que presentar otro ERTE para evitar que la inactividad se prolongue demasiado en el tiempo.

Desde el departamento que dirige Yolanda Díaz, que es quién está diseñando todas las modificaciones de la legislación que han dinamitado, en apenas unas semanas, toda la reforma laboral de 2012, pretenden que la inspección laboral que tantos problemas está teniendo para autorizar los ERTE siga teniendo un papel determinante. No hay que olvidar las quejas múltiples que están trasladando los abogados laboralistas, que hablan de denegación de ERTE o de juicios fijados para junio.

En una rueda de prensa posterior a un Consejo de Ministros, Yolanda Díaz ya afirmó que los ERTE de fuerza mayor se revisarían uno a uno y que se garantizaría que las empresas que se han acogido a esta medida no puedan despedir. Si no tendrían que devolver hasta el «último céntimo de euro». Sin embargo, muchas compañías están reconociendo que será imposible mantener la actividad inalterable en los próximos meses por lo que piden una flexibilización de los ERTE.

Las empresas plantean el siguiente argumentos: ¿La fuerza mayor habrá desaparecido aunque se permita abrir, por ejemplo, a un hotel si las fronteras siguen cerradas y los turistas internacionales no pueden entrar en España? ¿Y en un bar que pueda abrir también habrá desaparecido la fuerza mayor, aunque siga habiendo medidas de distanciamiento social que sin duda seguirán dañando su actividad?

Otras modificaciones pendientes

A la flexibilización de los ERTE se suman otros cambios legales que el Ejecutivo está estudiando y que servirían para ayudar a otro de los colectivos más castigados por la crisis del coronavirus, los trabajadores por cuenta propia. Uno de los cambios legales que está estudiando el ministro de Inclusión y Seguridad Social es reducir del 75% el porcentaje de caída de la facturación necesario para beneficiarse de la prestación por cese de actividad.

¿La razón? Desde este colectivo aseguran que con una caída de los ingresos del 50% ya hay razones más que suficientes para tener que cerrar el negocio porque es imposible hacer frente a los pagos de facturas o de los alquileres de locales.

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