Talgo recupera un 23% desde noviembre a la espera de cerrar más contratos

Talgo recupera un 23% desde noviembre a la espera de cerrar más contratos
Ferrocarril Talgo (Foto: talgo.com).

A mediados de noviembre del pasado año, las acciones de Talgo se hundieron hasta mínimos de 3,8 euros. Desde entonces, los títulos han repuntado un 23% y los inversores confían en que la compañía consiga más adjudicaciones de contratos.

Lo mejor que tiene Talgo es el departamento de Ingeniería. Lo ha demostrado en La Meca, donde ha conseguido que los trenes alcancen 330 kilómetros por hora a 50º y con arena en las vías”, explica Daniel Galindo, analista independiente.

«Gracias a las modificaciones realizadas en su plan estratégico a mediados de 2017, Talgo ha sido capaz de sacar el máximo partido a su negocio principal animado también por el aumento de los contratos adjudicados», explica Antonio Sales, analista de XTB.

De hecho, pese al buen comportamiento de los últimos meses, el consenso de mercado fija un precio objetivo de 4,95 euros por título para el valor frente a los 4,68 euros en los que cerró la sesión de este martes, lo que le otorga un potencial alcista del 5,7%.

«La situación de Talgo en 2018 dependerá de los frutos de la estrategia marcada y la optimización de sus recursos», concluye Sales.

Contrato de Renfe

Esta semana, Talgo ha confirmado la adjudicación del contrato de Renfe para convertir trece unidades de ‘tren hotel’ actualmente en desuso en trenes de Alta Velocidad, capaces de circular a una velocidad de hasta 330 kilómetros por hora.

El importe del proyecto asciende a 101 millones de euros, según ratificó el fabricante ferroviario. Este monto se elevará hasta 151 millones si Renfe ejerce la opción que incluye el contrato de reformar seis trenes adicionales.

Así, en un primer momento, Talgo se encargará de convertir en AVE el total de 156 coches que suman trece ‘trenes hotel’. El contrato supone instalar en estos coches un sistema de rodadura desplazable, para que puedan circular indistintamente y sin detenerse por vías convencionales y de Alta Velocidad (más estrechas).

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