Sra. Yolanda Díaz, ¡su ignorancia es terriblemente atrevida!
“El deseo de un aumento de la riqueza puede ser satisfecha a través del intercambio, que es el único método posible en una economía capitalista, o por la violencia y la petición, como en una sociedad militarista”. Ludwig von Mises
¿Saben cuál es el principal cáncer de nuestro orden social? ¡El fanatismo! Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema. El fanatismo es una sobrecompensación de la duda, el cual consiste en redoblar el esfuerzo cuando has olvidado el fin, así funciona. Aunque francamente he de confesarles que para mí los fanatismos que más debemos temer son aquellos que pueden confundirse con la tolerancia, ¿no les parece?
El fanatismo expresado sobre el afán de ostentar el poder para imponer las propias ideas sobre los demás, es y ha sido siempre la principal lacra social que ha copado las civilizaciones, creando guerras, desigualdades e injusticias por doquier. Y es que nada ni nadie tiene derecho moral para imponer a cualquier ser lo que nace de su propia moral, puesto que el principal regalo que nos ofrece la vida no es otro que la libertad, aunque como decía Napoleón; bien analizada, la libertad política es una fábula imaginada por los Gobiernos para adormecer a sus gobernados.
Cierto es que papá Estado redentor se ha encargado de mostrarse como un ser superior, insustituible, y que sirve para generar estado del bienestar. Ahora bien, no seamos hipócritas señores, la Ley existe antes que la propia existencia del Estado y antes que las normas de convivencia acordadas entre todos, y estas últimas deberían ser al fin y al cabo la única atribución de la corte política, pues en definitiva su misión es legislar exclusivamente para beneficio de todos y para todos.
Y aquí entra el gran defecto e injusticia de la democracia, muy sobrevalorada en el orden actual como tal, una democracia que permite imponer al menos a una mitad la voluntad de la otra es un problema. ¿Y saben lo que es peor? El culto al Estado. No hay amenaza más peligrosa para la sociedad que un gobierno de incompetentes, corruptos y hombres viles. Los peores males que la humanidad haya tenido que soportar fueron infligidos por los malos gobiernos que hicieron extremo abuso del poder para imponer sus propias ideas.
Y es que la Ley establecida por una minoría no tiene por qué ser justa, es justa en minoría. Ay ay ay… Discúlpenme la osadía, queridos lectores, pero quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar, es un idiota; y quien no osa pensar es un cobarde. Y así nos va, entre fanáticos, idiotas y cobardes construimos una España que se encuentra muy lejos de lo que merece esta gran nación.
Les he expuesto en repetidas ocasiones, desde ésta, mi tribuna de opinión desde hace más de 7 años, que la banca ha sido duramente castigada en la última década pagando el plato de manera injusta sobre la burbuja especulativa del mercado inmobiliario. Una burbuja alimentada por la permisividad y la inmunda corrupción de gobernantes que bajo tráficos de influencias pusieron la promoción inmobiliaria como trabajo de moda. Y claro, demonizar a los bancos del Ibex siempre ha sonado muy bien para la tribu progre.
Pero en realidad, lo que se rescató fue Bankia, Caixa Catalunya, la CAM, Nova Caixa Galicia, Caja Castilla La Mancha, Caixa Terrassa y en definitiva todo el entramado de cajas de ahorro que precisamente no rendían cuentas a nuestro selectivo Ibex 35. De hecho, para ser honestos, La Caixa fue la única caja de ahorros que sobrevivió, y casualmente lo hizo siendo la única que cotizaba en el “malvado” Ibex 35 a través del Holding Criteria, ¡vaya, que casualidad! Banco Valencia, por lo tanto, se quedó como el único banco cotizado rescatado, con permiso del Banco Popular que por cierto, ¡quebró! y nosotros desde nuestra división Blackbird Research fuimos parte implicada en destapar dicha trama de corrupción interna. Orgullosos permaneceremos.
No puedo estar más de acuerdo con el libre mercado en el sentido en que la decadencia del sector bancario español viene dada por la revolución tecnológica que no hace más que facilitar un sistema financiero más segregado, disruptivo y por ende competitivo, lo cual aplaudo y práctico a diario con Blackbird Bank, por ende no sólo ejerzo una opinión sino también un hecho.
Así que alguien debería decirle a la señora ministra Yolanda Díaz que si tenemos un problema de concentración bancaria en España es principalmente porque el Estado nos obligó a absorber un sistema corrupto y quebrado de cajas de ahorro, que tuvo el colofón final con la colocación en bolsa del pufo más grande acomodado en el Ibex 35 de toda la historia, ¡BANKIA! ¿Y quién sacó a bolsa Bankia?; ¡papá Estado!
Así que, por favor, dejen al libre mercado regular el sistema de manera natural, que la libertad y la acción humana se encargarán de cambiar las leyes de manera productiva. No necesitamos de sus ideas, puesto que a lo mejor las mejores ideas vienen del método prueba y error que ha hecho grande el capitalismo. Pero claro, ¿qué cabe esperar del fanatismo ‘progre’ por el que se decanta el gobierno progresista del sanchismo decadente?
La vida humana es una secuencia incesante de acciones, y no puede haber libertad donde el gobierno determina qué debe crearse. La idea de topar el euríbor no solamente es una idea absurda, sino que explica el analfabetismo financiero de aquellos que dirigen este barco, lo que es bastante preocupante la verdad. La banca lleva más de una década enfrentándose a la facilidad de depósito en negativo, algo que por cierto penaliza mucho sus márgenes. En estos años, los bancos han tenido que despedir a miles de empleados, cerrando miles de oficinas.
La banca ha necesitado transformar su modelo de negocio facilitando la revolución digital. Este hecho ha propiciado que ahora que la coyuntura es favorable, los bancos estén ganando más dinero que nunca. ¿Acaso eso es inmoral e indecente? Nadie se opuso a la cláusula suelo, que era abusiva en un mercado libre. Pero todos los usuarios de hipotecas saben que existe un tipo fijo y un tipo variable, y a nadie se le obliga a mano armada a hipotecarse a tipo variable.
Intervenir de esta manera el mercado crediticio propicia más dificultades a la concesión de préstamos para que la actividad económica fluya con normalidad del mercado monetario a la inversión y el empleo. Y ojo, ¿a alguien le disgusta la idea de pagar 250€ al mes? Obviamente, el populismo consiste en esto, en comprar votos a cambio de arruinar un país y hacerse necesario, que se lo pregunten a Venezuela y a los venezolanos, un maravilloso país hecho añicos por dejarles avanzar sobre esta peligrosa línea que hoy les expongo, y que agradezco me dejen hacerlo libremente.
El laissez faire no significa que dejen que operen las desalmadas fuerzas capitalistas. Significa que dejen que cada individuo escoja cómo quiere cooperar en la división social del trabajo; dejen que los consumidores determinen cuáles son los empresarios que deberían producir. Planificación significa dejar que únicamente el gobierno escoja e imponga sus reglas a través del aparato de coerción y compulsión.
Que se entere bien este paupérrimo gobierno; el deseo de un aumento de la riqueza puede ser satisfecha a través del intercambio, que es el único método posible en una economía capitalista, o por la violencia y la petición como en una sociedad militarista. Que les quede claro que el gobierno está para servir al pueblo y no para lo contrario. Un gobierno que no vive para servir, no sirve para sobrevivir.
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