en 2019

El sindicato liderado por Pepe Álvarez recibe un 9% más de subvenciones y roza los 6 millones

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez.
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez.
Carlos Ribagorda

La Unión General de Trabajadores (UGT) ha recibido de las administraciones públicas un 9% más de subvenciones en 2019 respecto a un año antes pese a que ha reducido el apoyo de los ciudadanos, medido en términos de ingresos por las cuotas de afiliados. De acuerdo con el avance del cierre del ejercicio de 2019, UGT ingresó por subvenciones 5,76 millones de euros, frente a los 5,29 millones de 2018, un 8,8% más. Al mismo tiempo, el sindicato que lidera Pepe Álvarez desde 2016 facturó por cuotas de los afiliados 8,8 millones de euros, frente a los 9,67 millones de un año antes. En consecuencia, las subvenciones crecen mientras la representatividad cae.

La central no publica habitualmente el número de afiliados que tiene, aunque algunas fuentes señalan la pérdida de apoyos de los dos grandes en torno a medio millón de inscritos en los últimos diez años. Así lo asegura CSIF, líder en representación en el sector público, citando registros obtenidos por ellos. Otras fuentes cifran la caída en 730.000 afiliados desde la crisis de 2008 hasta 2018. La afiliación general también se desploma en España: en 2008 sólo un 17,5% de los empleados estaba apuntado a uno de los sindicatos nacionales, mientras que en 2018 se ha reducido al 13,6%, la más baja de toda la serie histórica.

Pese a que cae por tanto la representatividad del sindicato, mientras aumenta el de Comisiones Obreras ya que sus ingresos en 2019 aumentaron en un millón de euros, UGT recibe más subvenciones. Y el próximo año aún va a ser superior la cifra de dinero que van a recibir si finalmente salen adelante los Presupuestos Generales de 2021, actualmente en debate ya en el Senado -está previsto que el Congreso les de luz verde definitiva el 23 de diciembre-.

UGT ha recibido 5,76 millones de euros de las administraciones públicas en 2019, un 8,8% más que un año antes, mientras sus ingresos por afiliados caen un 10%

Cuando se aprueben, los sindicatos recibirán en conjunto cinco millones de euros más en subvenciones públicas para su funcionamiento, a lo que hay que añadir posteriormente los fondos que reciben para la formación de los trabajadores. Esa ha sido una de las condiciones que han impuesto los independentistas de ERC para dar su apoyo definitivo a las cuentas del Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para el próximo año.

Más gastos de personal desequilibran las cuentas

El aumento de las subvenciones públicas no ha podido contrarrestar la caída de los ingresos por las cuotas de los afiliados en 2019, lo que ha disparado las pérdidas de gestión del sindicato -da finalmente beneficios por los ingresos financieros- hasta 2,8 millones de euros.

La cifra de pérdidas es muy superior a la del año anterior. En 2018, el sindicato registró unos número rojos de 638.000 euros fruto de unos menores gastos de personal y de actividad y mayores ingresos por afiliados. De hecho, es la peor cifra desde 2016, año en el que el actual secretario general sustituyó en el cargo a Cándido Méndez. Un año antes, en 2015, había obtenido un resultado de gestión positivo de 3,6 millones. Las pérdidas desde la llegada al poder de Álvarez superan los siete millones de euros.

Las pérdidas de gestión de UGT ascienden a 2,8 millones de euros en 2019, frente a los 638.000 euros de 2018. Desde que llegó Álvarez al poder en 2016, los números rojos del sindicato superan los siete millones

Además de meter a la central sindical en números rojos de explotación, Álvarez incumple las normas de transparencia en la gestión y no hace público el salario de los máximos dirigentes del sindicato. En este sentido, UGT es más opaca que Comisiones Obreras, que sí publica la suma de las retribuciones anuales de la Comisión Ejecutiva Confederal, formada en estos momentos por 16 miembros. Como publicó este diario hace unos días, la cúpula de CCOO se ha subido el sueldo un 46% en el último año y un 85% desde que Unai Sordo llegó al poder, en 2017, en sustitución de Ignacio Fernández Toxo.

Batalla de los sindicatos

Para enjuagar estas pérdidas, los sindicatos están tratando de aumentar las cuotas de los afiliados. UGT, en concreto, a través incluso de ofrecerse a ayudar a los afectados por el atasco en los ERTE o en la prestación del ingreso mínimo vital.

Además, actualmente las centrales están centradas en la pelea abierta por el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias acerca del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Los miembros de Podemos del Ejecutivo quieren que se suba hasta 1.000 euros, como los sindicatos, mientras los ministros del PSOE apuestan por una subida simbólica, del 0,9%, o por congelarlo de cara a 2021. La patronal, por su parte, pide incluso que se rebaje porque la inflación va a ser negativa en 2020.

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