Si tienes tarifa TUR de gas esto te interesa: las novedades que lo cambian todo

Los españoles pueden acceder a dos diferentes mercados para contratar la tarifa de gas: el regulado, conocido como Tarifa de Último Recurso (TUR); y el libre. Los dos tienen una serie de ventajas e inconvenientes, algo que les hace más o menos recomendables dependiendo de las circunstancias del contratante.

Hasta 2022, ambas tarifas de gas tenían unos precios competitivos que permitían poder elegir entre una modalidad u otra. Sin embargo, en invierno de ese año, las circunstancias cambiaron y las diferencias entre ambos se fueron incrementando de una manera extremadamente rápida.

Así, cambiar a un tipo de tarifa podía suponer un ahorro de un 75% todos los meses en algunos momentos. Es más, el año pasado, la tarifa de gas TUR fue la más económica al tener unos precios regulados por el Gobierno. Las limitaciones del Ejecutivo se han ido revisando de forma trimestral.

Cambios en la tarifa de gas TUR

Los precios de las tarifas de gas continúan su senda de cambios, aunque, por ahora, 2024 ha destacado por mantener estable el coste de la modalidad TUR. Esto se ha debido a las regulaciones que afectan a este tipo de tarifa, pues suponen una barrera para el aumento del coste de la materia prima, que no puede ser superior al 15%, y frenan la subida cada trimestre alrededor del 5%.

Además, las comunidades de vecinos pueden optar por la modalidad conocida como TUR vecinal, una forma de contratar la tarifa regulada para la calefacción central del edificio con gas natural y común a todos los propietarios. Eso sí, los cambios importantes llegan a partir del próximo abril.

En primer lugar, es importante destacar que los precios del gas natural han experimentado una notable disminución en los últimos meses. Por ejemplo, el índice TTF holandés, que refleja la cotización del gas en Europa, ha caído más de un 70% en 2023 en comparación con el año anterior. Además, con la llegada de la primavera, se espera que la demanda de gas disminuya aún más, lo que probablemente resultará en una nueva reducción de los precios.

Es posible que esto tenga un impacto positivo para los consumidores cuando se actualice la tarifa en la próxima revisión trimestral a partir del 1 de abril de 2024. Según algunos analistas, se espera que la tarifa disminuya en un 12%, dado el abaratamiento del 22% en la materia prima que forma parte de la fórmula utilizada para establecer la tarifa regulada.

Es importante tener en cuenta que, a pesar de este descenso en el precio del gas natural, es probable que no lo veamos reflejado directamente en nuestras facturas. Esto se debe a que el primer trimestre del año marca el fin, al menos temporal, de la subvención estatal al gas natural. Como resultado, a partir de abril, las facturas volverán a incluir el IVA normal, lo que podría contrarrestar el efecto del abaratamiento del gas en el costo final para los consumidores.

Específicamente, el IVA aplicado al gas natural, que se mantenía en un 10% durante los primeros tres meses del año, aumentará al 21% a partir del 1 de abril de 2024. Esta medida sigue la tendencia de incremento de otros impuestos energéticos, como el IVA aplicado a la electricidad, que también ha retornado al 21%, así como el Impuesto Especial sobre la Electricidad (IEE) con una tasa del 3,8% y el Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía, que se situará en el 5,25% hasta junio.

Energéticas contra los impuestos

Las grandes energéticas ya han alzado la voz frente a la posible modificación legal propuesta ahora por el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, para el Gravamen Temporal Energético: «No nos basta con que el Gobierno quiera incentivar las energías renovables, hay que derogar el impuesto».

Así de contundentes se mostraron fuentes del sector a OKDIARIO cuando fueron preguntadas por la posibilidad de que el Ejecutivo recule con el impuestazo. «Para hacer una transformación energética y apoyar la industria», es necesario que no «lastren la rentabilidad de más proyectos».

Desde el sector se reitera que ellos no están en contra de contribuir al fisco; de hecho, las grandes energéticas destinan ya uno de cada seis euros de su factura fiscal al impuestazo de Sánchez: «No me niego a pagar impuestos», explicó una fuente de una conocida energética española.

Desde otra se recuerda que una de sus competidoras es ya «la empresa del Ibex que más paga» impuestos a Hacienda, en referencia a Repsol. De hecho, tanto su presidente, Antoni Brufau, como su consejero delegado, Josu Jon Imaz, advirtieron hace escasos días que, si el futuro marco fiscal estatal no ayuda, esas inversiones mirarán a otros países como Portugal o Francia.

Los problemas con el impuesto a las energéticas acaban repercutiendo en el precio final que los consumidores tienen que pagar por su energía. Así, los costes energéticos se mantendrán en incertidumbre mientras continúe la carga impositiva extraordinaria sobre el sector.