Las grandes energéticas destinan ya uno de cada 6 euros de factura fiscal al ‘impuestazo’ de Sánchez
Hasta más del 16% de los impuestos ingresados por las grandes energéticas españolas en los primeros nueve meses del año fueron en concepto del impuestazo aprobado el año pasado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. A pesar de que las mayores compañías del sector energético han ganado más de 10.000 millones de euros en los primeros nueve meses del 2023, casi uno de cada seis euros abonados en concepto de tributos fueron destinados a un gravamen que nació con vocación de temporalidad pero que sin embargo, ha llegado para quedarse más allá de 2024.
Sólo por citar algún caso, del total de 2.046 millones que Cepsa lleva ingresados en el fisco español, más de 323 millones se corresponden con el impuestazo a las grandes energéticas. Es decir, casi un 16% de la factura fiscal petrolera presidida por Ahmed Yahia Al Idrissi fue en concepto del nuevo impuesto, aprobado sin tiempo de reacción el pasado 2022.
El impuesto ya provoca pérdidas
De hecho, el caso de Cepsa es uno de los que ponen los negro sobre blanco la situación del sector energético. Desde la petrolera recuerdan a OKDIARIO que su consejero delegado, Maarten wetselaar, explicó que los resultados del grupo han experimentado una mejora en los nueve primeros meses del presente 2023, pero «siguen reflejando la repercusión del impuesto extraordinario, que consideramos mal diseñado; así como la volatilidad de los mercados energéticos observada en toda Europa en lo que va de año».
Por su parte, la mayor gasista y tercera mayor eléctrica de España, Naturgy, que sólo publica resultados semestrales y por tanto no se ha hecho público su beneficio a septiembre, tiene una previsión de ingresar unos «150 millones este año» por el impuesto extraordinario, según confirma a OKDIARIO. Si tenemos en cuenta que en el ejercicio 2022 la eléctrica abonó algo más de 1.000 millones de impuestos, la cantidad destinada al impuestazo se encontraría en el 15% del total ingresado al fisco español.
El caso de Repsol es casi excepcional pues, hasta septiembre, tan sólo el 5,95% de sus impuestos abonados en España se corresponden con el impuestazo extraordinario. Como la multinacional energética y petroquímica explica a este periódico, en febrero abonó 223 millones de euros y en septiembre 220 millones por el gravamen temporal energético, es decir; 443 millones; frente a los 7.441 millones ingresados también durante los primeros nueve meses del presente año.
Reducción de la inversión
En opinión de Julián Salcedo, doctor en Economía del Colegio de Economistas de Madrid, «el impuesto extraordinario para las energéticas va a reducir la inversión, ya que la parte de beneficio que no va destinada a dividendos, lo que se conoce como ‘autofinanciación de las empresas’: si disminuye esta, esta autofinanciación también su capacidad inversora».
Según el economista, «los beneficios retenidos, que es lo que es la autofinanciación, actúan a modo de palanca para aumentar la capacidad de las empresas de obtener financiación ajena a largo o muy largo plazo, que es la que utilizan las compañías energéticas».
Distorsiones y fuga de empresas
Fuentes de la dirección del Partido Popular explican a OKDIARIO que «el ejemplo de Cepsa es la evidencia clara del mal diseño del impuesto que no grava los beneficios extraordinarios como defendía Europa, sino la facturación, provocando estas distorsiones». Para estas fuentes, «el establecer un impuesto peor diseñado y más gravoso que el resto de países de nuestro entorno», provoca «la salida de inversiones hacia territorios más amigables e incluso hacia EEUU». «La propia Úrsula Von Der Leyen afirmó que habría que replantearse la situación de ese gravamen en atención a la disposición de EE.UU., lo que deja en peor competitividad a nuestro país».
Además, desde el PP se recuerda que el Gobierno anunció el impuesto pero «sin indicar importe, fórmula, o plazos, lo que conlleva una inseguridad jurídica que está haciendo a nuestro país como uno de los territorios menos seguros para invertir, según el último informe de Bank Of America». De hecho, hasta «Repsol ya ha anunciado que, con esta inseguridad, peligran un volumen importante de inversiones en España».
A pesar de que las grandes energéticas han ganado un 40,5% más que en el mismo periodo -de enero a septiembre- del año pasado, todas ellas coinciden en la «alta volatilidad de los mercados» y las «incertidumbres regulatorias», en referencia al impuestazo aprobado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Como dicta el economista Salcedo: «Los impuestos extraordinarios tienen que ser precisamente eso, extraordinarios, y atendiendo al interés general, de lo contrario se convierten en discriminatorios, lo que atenta contra la igualdad reconocida en la Constitución española y también en la teoría impositiva».