Seat no se plantea sacar su producción de Cataluña pero recibe presiones para mover su sede social

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Concesionario de Seat. (Foto: Seat)

Seat no se plantea sacar su producción de Cataluña, según afirman el Comité de empresa del fabricante automovilístico a OKDIARIO y fuentes de la industria del motor. La fábrica de Martorell tiene una superficie de casi tres millones de metros cuadrados, equivalente a más de 400 campos de fútbol. Lo difícil precisamente para Seat sería trasladar la fábrica, según fuentes del sector. Solo en Martorell trabajan más de 10.000 personas de las casi 14.000 que forman parte de la plantilla -repartida en todos sus centros: Martorell, la Zona Franca de Barcelona, su centro en El Prat y los centros de recambios y el técnico también en Martorell-.

Sus centros de producción poco tienen que ver con cambiar el domicilio social de la empresa. Los trabajadores de la compañía aseguran que Seat está recibiendo presiones y llamadas por por parte de la Generalitat para conseguir que no se sume a la larga lista de compañías que han salido de la comunidad; mientras que el Gobierno estaría aconsejando a la empresa el traslado de su sede.

Desde la compañía ni desmienten ni confirman los rumores y desde el comité de empresa señalan que de momento no va a tomarse esta decisión. Los trabajadores apuntan que el traslado de sede podría barajarse “si la inestabilidad política permaneciese y si se viese afectado el negocio de Seat. Es decir, sus ventas”.

Los trabajadores, en medio del ‘choque de trenes’

En medio de este pulso entre el Gobierno central y el autonómico, están los trabajadores. El conflicto podría obligar a la empresa a que se posiciones y los trabajadores “tienen miedo” de que “entrar en esta discusión política les perjudique a las ventas”. “Vendemos un producto muy concreto, de un gran valor económico. Queremos seguir trabajando como todos los años, como siempre. No podemos emplear una guerra: somos una empresa de capital alemán afincados en Martorell. Somos españoles y catalanes”, apuntan desde el comité.

“Hay inquietud y preocupación en la plantilla. No por lo que vaya a hacer Seat, sino por este conflicto político que hay en Cataluña y que es extrapolable a cualquier otro sector. Nos preocupa la inestabilidad política. Los mercados caen por la situación, caen las Bolsas, las empresas se van y si sigue así, irá in crescendo: puede haber una recesión económica”, afirman.

De momento, la deriva independentista solo ha salpicado a Seat en una cuestión: el bautizo de su nuevo coche. La compañía tenía previsto comunicar el pasado lunes el nombre de su nuevo SUV, pero la tensión en Cataluña le ha obligado a retrasarlo. Alborán, Tarraco, Aranda y Ávila son los cuatro nombres finalistas y la compañía comunicará el elegido más adelante.

La producción y las ventas siguen como siempre. “Las instalaciones, el lanzamiento del Seat Arona e Ibiza están en marcha y las inversiones del Seat León también”, concluyen.

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