Sánchez dispara en 1.000 millones el déficit con China en plena guerra comercial con Europa
Las importaciones se han incrementado pero las exportaciones a China han disminuido en 2024
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España ha aumentado su déficit comercial con China en 1.000 millones de euros en 2024 en comparación con el año anterior, un 2,7% más, según los datos publicados este lunes por el Ministerio de Economía y Comercio. Así, el saldo negativo ha aumentado hasta los 37.706 millones de euros con el gigante asiático, pese a la guerra comercial que Bruselas mantiene con Pekín. En ese sentido, el Gobierno de Sánchez se desmarca de la línea general de la Unión Europea y refuerza sus relaciones con la nación que dirige Xi Jinping.
Así, las exportaciones españolas hacia China se han reducido en 2024, desde los 7.505 millones de euros de 2023 hasta los 7.467 millones de euros, un 0,51% interanual. Es decir, las empresas de España han vendido menos productos al gigante asiático durante el último año. Sin embargo, las importaciones chinas en España han aumentado desde los 44.225 millones de euros en 2023 hasta los 45.173 millones de euros, un 2,14% más en términos interanuales. Por tanto, las compras que las empresas españolas han realizado a productos chinos se han incrementado.
Es decir, el aumento de las relaciones comerciales con China no ha beneficiado a España, pues se ha concentrado en las importaciones, lo que hace que la economía local dependa más del gigante asiático que en 2023. De hecho, tal y como adelantó OKDIARIO, la economía española ha aumentado un 60% sus relaciones comerciales con China desde que gobierna Pedro Sánchez, es decir, desde junio de 2018.
Además, el Gobierno socialista ha protagonizado numerosos acercamientos a este país asiático. Incluso el ministro de Agricultura, Luis Planas, ha luchado por mejorar las relaciones e incrementar el comercio entre ambas naciones en más de una ocasión. Esto se suma a las recientes informaciones, desveladas por este periódico, que apuntan a que el ex presidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero se encarga de estrechar relaciones con empresas estatales chinas.
En concreto, el predecesor de Sánchez mantuvo una reunión con Song Hailiang, presidente de China Energy Engineering Corporation (CEEC), una compañía controlada por el Gobierno comunista de Xi Jinping. En aquella ocasión, Zapatero mostró su total respaldo a los planes de expansión de esta corporación estatal china en Europa, especialmente en sectores estratégicos como energía e infraestructuras.
Déficit y guerra comercial con China
En ese sentido, los miembros del PSOE han mostrado una clara intención de mejorar relaciones con Pekín pese a las tensiones con Bruselas y EEUU. Sin embargo, esto sólo ha servido para ampliar el déficit comercial con China en 1.000 millones de euros.
Mientras eso sucedía, el conflicto de la UE se iba incrementando. Desde principios del pasado julio, Bruselas ha impuesto tarifas de hasta el 38,1% a los automóviles eléctricos de batería importados desde China, como medida provisional de defensa comercial. Este arancel se sumó al 10% que ya se aplicaba a las importaciones de vehículos en la Unión Europea.
En concreto, los aranceles impuestos por Europa van desde el 17,4% al fabricante BYD, hasta el 38,1% a SAIC, pasando por un 20% para Geely. En el último año, China vendió 10.000 millones de euros en coches en la Unión Europea, duplicando su cuota de mercado hasta el 8%.
Por tanto, la guerra comercial entre Bruselas y China tiene su origen a mediados de este 2024. Y es que, según el Ejecutivo del gigante asiático, la UE ha introducido 31 restricciones comerciales y de inversión contra China, incluidas 25 medidas comerciales correctivas, además de iniciar una investigación sobre el Reglamento de Subvenciones Extranjeras (FSR) y una investigación sobre el Instrumento de Adquisiciones Internacionales (IPI) contra China.
Según Pekín, estas medidas europeas interfirieron gravemente en la cooperación económica y comercial entre China y la UE. Por ello, el Gobierno del gigante asiático, a petición de las asociaciones de ganaderos del país, ha comenzado a estudiar un posible veto al sector porcino. Otro de los sectores que se está viendo afectado por la guerra comercial es el lechero.