Presupuestos para 2021

Sánchez dedica 4 veces más dinero a pensiones, paro e intereses que a apoyar a las empresas

Maria Jesús Montero Hacienda
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el Congreso.

Los Presupuestos Generales del Estado para 2021 están secuestrados por partidas como la deuda pública, las pensiones y el desempleo. De hecho, según las Cuentas Públicas presentadas este miércoles en el Congreso de los Diputados, el 51% del gasto público que se prevé movilizar el año que viene ya está comprometido para estas tres partidas automáticas -sobre la que casi no tiene margen de maniobra el Ejecutivo- que pagan las jubilaciones, los intereses de la deuda pública y las prestaciones y subsidios de paro.

En total, estas tres partidas gastarán en 2021 219.979 millones de euros, 31.667 millones de euros para la deuda pública, 25.012 millones para el desempleo y 163.297 millones para las pensiones. En cambio, para «actuaciones de carácter económico» -donde se contempla el dinero para industria, energía, comercio, turismo, pymes o infraestructuras- no llegan ni a los 50.000 millones de euros (exactamente 49.399 millones), de los que 17.210 millones los aporta el fondo de rescate de la UE.

Es decir, que se destina cuatro veces más dinero a deuda, pensiones y jubilaciones que a apoyar a las empresas españolas, en un momento en el que están sufriendo las graves consecuencias de la pandemia del coronavirus. 

Llama la atención, por ejemplo, como el Gobierno destinará a pensiones el 35,8% del Presupuesto, a intereses de la deuda el 6,9% y al desempleo un 5,5% del dinero puesto sobre la mesa, mientras que sólo se destina el 0,5% al comercio, turismo y pymes y el 2,5% del total del dinero público a la Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i).

De hecho, los Presupuestos castigan a las empresas, ya que la patronal CEPYME admitía en un comunicado que el hachazo fiscal que soportarán las grandes compañías españolas también les perjudicará de forma indirecta. No hay que olvidar la intensa interrelación que existe en todo el tejido empresarial español y que si se castiga a una empresa también salen dañadas, de una forma u otra, las pymes que forman parte de su cartera de clientes.

Castigo a las clases medias, pymes y autónomos

La subida de impuestos del Gobierno también castiga a pymes, autónomos y clases medias. Aunque el presidente Pedro Sánchez y su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, han insistido por activa y por pasiva que la subida fiscal incluida en los Presupuestos Generales del Estado para 2021 castiga únicamente a las rentas altas y a las grandes compañías, las líneas maestras de las Cuentas Públicas para 2021 muestra también como los contribuyentes más modestos se verán afectados -de una manera o de otra- por el alza fiscal aprobada por el Consejo de Ministros.

Para empezar, la modificación sustancial del tratamiento fiscal del seguro afectará negativamente a las familias y empresas españolas. E impactará, indirectamente, sobre el sector asegurador, según explica Unespa. Esta industria representa un 5% del PIB y da empleo directo a más de 50.000 trabajadores.

Otro de los impuestos que más claramente afectará a todos los españoles es el aumento del IVA a las bebidas azucaradas y edulcoradas, con el que el Gobierno pretende ingresar 340 millones de euros. Desde FIAB avisaban que esta medida “solo tiene un efecto recaudatorio que además va a impactar más gravemente a las rentas más desfavorecidas, las más afectadas por la crisis”.

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