Roures acepta perder el control de Mediapro a favor de su socio chino para evitar la quiebra
Puesto entre la espada y la pared por la insostenible situación financiera de Mediapro, Jaume Roures ha tenido que aceptar una fuerte dilución y la consiguiente pérdida del control de la productora audiovisual que fundó junto a Tatxo Benet para evitar su quiebra. Se trata de una exigencia de su socio chino, Orient Hontai Capital, a cambio de inyectar unos 650 millones entre préstamos y capital. No obstante, esta pérdida de control conllevará una compensación para el empresario independentista catalán, según fuentes conocedoras de la situación.
Inicialmente, Orient Hontai planteó inyectar más de 500 millones, cifra que al final puede alcanzar los 650. Pero, a cambio de esta inyección, el fondo chino quiere quedarse con la práctica totalidad del capital de Mediapro, como es lógico.
Orient adquirió el 53% de la productora en 2018 por algo más de 1.000 millones, lo que salvó a la empresa del concurso de acreedores en aquel momento. Ahora, el valor de la productora es mucho más bajo por sus grandes problemas económicos. El porcentaje definitivo que tendrá Orient dependerá de qué parte de esos 650 millones se inyecta como capital y qué parte va en forma de deuda, pero, en todo caso, puede situarse entre el 80% y el 90%.
Esto diluirá notablemente a Roures y Benet, que actualmente controlan conjuntamente el 25% del capital (el 22% restante está en manos del gigante publicitario británico WPP). Y lo que es más grave: perderán el poder sobre las decisiones estratégicas de Mediapro, que mantenían hasta ahora los fundadores pese a su posición minoritaria. Pero, enfrentados a la amenaza de quiebra, los dos empresarios no han tenido más remedio que aceptar estas condiciones impuestas por Orient.
Como adelanto OKDIARIO, la propuesta de Orient no requiere del rescate de la SEPI con dinero público, lo que libra de un serio ‘marrón’ a Pedro Sánchez (un rescate probablemente habría acabado en los tribunales al incumplir flagrantemente las normas del fondo de la SEPI).
Debate sobre el destino del dinero
Además, las negociaciones se están centrando en si esta cantidad va íntegramente a pagar la deuda de Mediapro (como quiere el fondo asiático) o también para las operaciones del día a día (como quieren Roures y Benet). Una de las fuentes consultadas sostiene que «tiene pinta de que ganarán los chinos», lo que sería vital para evitar el concurso de acreedores, ya que Mediapro sigue sin poder pagar los 44 millones de deuda que vencían el 31 de julio (y cuyo último aplazamiento vence este jueves) más la indemnización por la ruptura del contrato con la liga francesa. De hecho, un primer pago se hará en forma de financiación interina para hacer frente a estos compromisos.
Algunos fondos de inversión acreedores de Mediapro han pedido una due diligence sobre la procedencia de esos 650 millones, ya que sospechan que proceden de un oscuro millonario chino llamado Hao Tang, según publica El Confidencial. No obstante, algunas fuentes aseguran que se trata de una práctica habitual en este tipo de operaciones por los controles para la prevención del blanqueo de capitales.
Otras fuentes sostienen que se trata de una maniobra de los fondos Invesco y Searchlight para entorpecer la operación de Orient, ya que ellos habían presentado una propuesta de conversión de la deuda que tienen en sus manos (la compraron a la banca con un fuerte descuento) en capital y hacerse así con la mayoría de Mediapro.