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Ringr, empresa española de IA de atención telefónica: «Simulamos empatía, pero con honestidad»

Ringr es un agente telefónico capaz de comunicarse en múltiples idiomas y adaptarse a las necesidades de los usuarios

Diego Cuadrado
Diego Cuadrado, CEO de Ringr.
Rosalina Moreno

El Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial (IA), que comenzará a aplicarse desde el próximo 2 de agosto, exigirá que los usuarios sepan siempre si están interactuando con una IA, además de imponer obligaciones sobre transparencia, trazabilidad y derechos de los usuarios. Para Ringr, estos requisitos no son una barrera, sino «un marco necesario para reconstruir la confianza entre tecnología y personas, además de acoger estas normas como validación de sus principios éticos».

En Ringr están orgullosos de cumplir con la nueva regulación, pero afirman que eso no basta y quieren ir «un paso más allá: liderar un nuevo estándar de IA conversacional que no se defina por parecer humana, sino por respetar al humano», porque creen que la inteligencia artificial debe ser, por encima de todo, «una herramienta al servicio del bien común».

«En un contexto donde la inteligencia artificial genera más dudas que certezas, nosotros asumimos el compromiso de diseñar tecnología que respete y acompañe a las personas. La tecnología de Ringr simula empatía, pero lo hace con honestidad, desde un diseño centrado en el usuario y supervisado por personas reales», declara Diego Cuadrado, CEO de la compañía.

Ringr afirma que la empatía, la transparencia y el propósito no son añadidos, son el corazón de su tecnología, «porque la verdadera inteligencia artificial no está en imitar a las personas, sino en entenderlas».

Ringr es un agente telefónico capaz de comunicarse en múltiples idiomas y adaptarse a las necesidades de los usuarios en tiempo real. Su principal función es automatizar llamadas, como si fuera una persona real. 

Lo que diferencia a Ringr.ai de otras soluciones es «su enfoque en la comunicación por voz y una gestión completamente integrada con los sistemas internos de las compañías», según explica el fundador de la start up. «Es Un canal muy diferente, que ofrece conversiones muy superiores a los tradicionales chatbots y aplicaciones de mensajería», manifiesta.

Ringr cobra deudas; vende software, productos del hogar, energía, agua y bebidas, e incluso busca socios para ONGs. Realiza llamadas para restaurantes, peluquerías y hoteles, bien sean reservas, modificaciones, cancelaciones o información genérica de la compañía. Resuelve incidencias en los casos de coches eléctricos, call centers, entre otros, «ahorrando hasta un 65% de costes respecto a los métodos tradicionales», afirma Cuadrado

Según destaca, «una de las características más sorprendentes es su extremada naturalidad, cometiendo incluso los mismos errores al hablar que comete un humano: puede trabarse, o incluso toser». «A diferencia de las clásicas máquinas de voz robótica a las que estamos acostumbrados, Ringr.ai se expresa de forma natural, fluida y con entonación humana», precisa.

También es «capaz de llamar a miles de clientes de forma simultánea, una tarea que a una persona real le llevaría varios días de trabajo. O en su defecto, la empresa tendría que emplear varias personas para conseguir realizar las llamadas a tiempo», apunta.

Así, afirma que «el proceso es simple, pero poderoso». La compañía sólo necesita conectar su API o subir sus contactos, y Ringr.ai, con su capacidad de reconocimiento de voz y comprensión de lenguaje natural, «identifica las necesidades del cliente, confirma el pedido y organiza la entrega con los proveedores». Este proceso, que antes podía implicar múltiples llamadas y esperas, ahora se resuelve en cuestión de minutos.

En múltiples idiomas y acentos

Una de las características más destacadas de Ringr.ai es su capacidad para comunicarse en múltiples idiomas. En un mundo globalizado, donde las cadenas de suministro y los consumidores están distribuidos en todo el planeta, esta funcionalidad se convierte en un diferenciador clave. Con la posibilidad de atender a clientes que hablen inglés, español, francés, alemán, entre otros idiomas, Ringr.ai se adapta a mercados internacionales con una velocidad impresionante.

Ringr.ai se integra de forma fluida con CRMs como Salesforce, HubSpot o Zoho, registrando automáticamente las interacciones de los clientes. Cada pedido, consulta o actualización queda vinculado al historial del cliente, facilitando la gestión comercial y la atención personalizada.

Además, permite la sincronización con calendarios como Google Calendar y Outlook, automatizando la programación de citas y entregas, optimizando la asignación de horarios y evitando solapamientos. También se enlaza con sistemas de mensajería como WhatsApp, SMS y correo electrónico, enviando de forma automática confirmaciones de pedidos, actualizaciones de entrega y recordatorios. Esta integración mejora la comunicación con el cliente y reduce la necesidad de seguimiento manual.

Empatía y ética en la IA conversacional

«En Ringr entendemos el valor de la voz. No es solo un canal: es identidad, es cercanía, es conexión real. Es la forma más directa que tiene una marca de estar presente en la vida de las personas. Y, a menudo, también la más descuidada. Por eso, trabajamos para ser la voz de las marcas, una voz que no solo hable, sino que escuche, entienda y acompañe», señala Diego Cuadrado.

Ringr ha implementado medidas de seguridad avanzadas para minimizar cualquier tipo de riesgo. Cada agente virtual opera con segregación técnica de conocimiento, sólo accede a la información estrictamente necesaria para su tarea. Si hay datos sensibles, estos se inyectan sólo tras cumplirse una serie de salvaguardas. Además, se integran reglas internas que impiden que el agente revele información no crítica pero sensible.

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