La luz, la gasolina y la bombona de butano se encarecerán tras la subida de tipos de la Fed
La Reserva Federal (el banco central de Estados Unidos) ha decidido elevar un 0,25% los tipos de interés, que a partir de ahora se situarán en un rango estimado entre el 0,5% y el 0,75%. Los expertos consideran que esto afectará a la cesta de la compra de los españoles a través de una subida de precios motivada por el debilitamiento del euro frente al dólar.
Las políticas monetarias del BCE y de la Fed son ahora opuestas. La institución que preside Mario Draghi se encuentra inmersa en un programa de estímulos conocido como QE (expansión cuantitativa). Y es que lejos de frenar esas políticas, ha prorrogado el programa de compra de deuda pública, dejando los tipos de interés congelados en el 0%.
La Reserva Federal, sin embargo, ha decidido subir los tipos y eso, de algún modo u otro, tiene su repercusión incluso en la economía española. «Lo relevante va a ser cómo se comporten los precios. Lo más probable es que sigan subiendo, desde los alimentos, energía… La subida de tipos lo único que hace es reflejar una situación de inflación que ya es muy distinta de la que teníamos hace unos meses. Subirá el recibo de la luz, la gasolina, la bombona de butano, el gas y todas las commodities», apunta el economista Javier Santacruz.
«Afecta sobre todo a quienes han aprovechado la ocasión de pedir créditos, sobre todo hipotecas, a tipo variable, que ya van a empezar a tener un encarecimiento importante de los costes de financiación. Aunque la estrella dentro del mercado hipotecario era el tipo fijo, ya esta semana varias entidades que ofrecen a tipo fijo lo han subido», explica Santacruz, que concluye que la subida de tipos «afecta especialmente a la gente que pensaba que el dinero iba a ser gratis durante mucho tiempo, gente muy endeudada, con el Gobierno a la cabeza».
El profesor titular de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Barcelona, José María Gay de Liébana, también considera que se producirá una subida de precios: «Se trata de un juego indirecto. Nos afecta sobre todo respecto a la debilidad del euro frente al dólar. Un euro débil es más atractivo para la exportación, pero también provoca que sea más caro importar. El precio del petróleo se establece en dólares, por lo que un encarecimiento del dólar y una depreciación del euro hace subir el precio del crudo y todo lo que esto conlleva».
Para el director del Instituto Juan de Mariana y doctor en Economía por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Juan Ramón Rallo, lo importante es el anuncio de futuras subidas de cara al año que viene: «El ritmo de subida es un mensaje, la cuestión es qué va a hacer el BCE. Si no hace nada se depreciara el euro, pero si responde a medio plazo con un anuncio que tensione un poco más la política monetaria el euro recuperaría el pulso a costa de una mayor rigidez financiera interna».
En ese sentido, Rallo apunta que una apuesta de Draghi por seguir los pasos de la Reserva Federal «sí que afectaría en la medida en que se encarecería el coste de endeudamiento del estado. Esto se traduciría en que si el estado no deja de gastar habría que subir los impuestos».
La decisión de Janet Yellen también podría afectar a las empresas más globalizadas, según Gay de Liébana: «La deuda de los países emergentes normalmente está nominada en dólares, por lo que tendrán que hacer más esfuerzo para liquidar sus deudas. Esto puede afectar a algunas de nuestras empresas que se están internacionalizando y tienen intención de invertir en esos países».