Repsol pone a salvo 968 millones al esquivar el bloqueo de Argelia y mejorar sus previsiones en Venezuela
Repsol ha esquivado las barreras geopolíticas y económicas en dos de los mercados más complicados para la inversión internacional, Argelia y Venezuela, poniendo así a salvo su exposición a los dos países, 968 millones de euros.
La multinacional española ha efectuado «operaciones bancarias con normalidad» en Argelia durante todo este año, manifiesta el grupo en sus últimas cuentas semestrales, presentadas el pasado día 28 de julio.
Todo ello a pesar de que, el pasado mes de junio, el Gobierno argelino, a través de la Asociación de Bancos y Entidades Financieras, ordenó a los bancos del país la congelación de las domiciliaciones bancarias en todas las operaciones de comercio exterior de productos con origen y destino en España. También el país dio por roto el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación firmado con España.
Argelia adoptó esas medidas como represalia ante el giro dado por el Gobierno de Pedro Sánchez a la política española sobre el Sáhara Occidental, al apoyar públicamente una propuesta de autonomía de la excolonia española dentro de Marruecos, en lugar de defender un referéndum de autodeterminación.
«Hasta el momento, Repsol ha efectuado operaciones bancarias con normalidad y parece que la medida no afecta a los contratos de suministro energético», asegura la compañía presidida por Antonio Brufau en sus resultados del primer semestre del año. El grupo tiene una exposición patrimonial en Argelia, a 30 de junio de este año, de 569 millones de euros.
En Venezuela, los giros geopolíticos ocasionados por la invasión rusa de Ucrania, han mejorado las perspectivas de la petrolera española. La compañía ha estado sometida a una fuerte presión en los últimos años por su negocio en el país sudamericano, especialmente de Estados Unidos.
«Repsol continúa adoptando las medidas necesarias para continuar su actividad en Venezuela con pleno respeto a la normativa internacional de sanciones aplicable, incluyendo las políticas estadounidenses en relación con Venezuela (…)», afirma el grupo español, que tiene, a 30 de junio de este año, una exposición patrimonial en el país de 399 millones.
La multinacional española señala en sus últimas cuentas que, durante este año, se mantiene la situación de inestabilidad política y de recesión económica en el país, donde se prevé un aumento de la inflación en 2022 del 730% y donde, en el primer semestre del año, la divisa venezolana ha sufrido una fuerte devaluación frente al euro.
«Sin embargo», apunta Repsol, «han mejorado las perspectivas como consecuencia de la incipiente relajación de las medidas coercitivas del Gobierno de Estados Unidos a Venezuela».
El grupo explica que varios analistas «auguran una progresiva relajación de las medidas coercitivas, acompasadas con los avances en la mesa de negociación entre el Gobierno y la oposición de Venezuela».
416 millones en Libia
Donde Repsol no ve síntomas de mejora es en otro de esos mercados en los que pocas compañías se atreven a adentrarse: Libia. La multinacional española, con una exposición patrimonial en el país de 416 millones de euros, produce en Libia en la actualidad 24.300 barriles de petróleo al día, frente a los 35.700 barriles diarios que producía en 2021.
El grupo energético español indica que la «profunda división institucional» entre el Este y el Oeste libio «se ha reavivado y ofrece un nuevo episodio de tensión que se traslada al sector del petróleo». Entre los pasados meses de abril y junio se paralizó la producción de crudo en Libia, por las condiciones de seguridad.
En diciembre de 2021 fracasaron las elecciones presidenciales celebradas bajo el auspicio de la ONU, y el pasado mes de febrero la ciudad de Tobruk, al Este del país, nombró un nuevo Gobierno. Abdul Hamid Mohammed Dbeibé, primer ministro del Gobierno de Unidad Nacional, continúa en el poder en Trípoli, y ha avisado de que no lo entregará sin antes unas elecciones libres.
El pasado 22 de junio finalizó sin acuerdo para la celebración de elecciones el Foro de Diálogo Político de Libia. «Esta situación puede agravar la crisis de legitimidades y el peligro de una nueva escalada militar», advierte Repsol.