Economía

La reforma laboral y los Presupuestos de Rajoy marcarán la política económica al menos hasta 2020

Los expertos reconocen que no es tan mal escenario que la reforma laboral siga en vigor hasta al menos 2020.

José Luis Feito, expresidente del IEE, comentó a principios de año que “permitir a Podemos intervenir en los Presupuestos es como nombrar a Drácula ministro de Sanidad”.

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez durante la sesión de investidura fallida en el Congreso.

La parálisis política suele generar problemas en la economía. Pero no siempre. Las fuentes empresariales y los expertos consultados por OKDIARIO explican que, aunque cierto que habitualmente “la mayor incertidumbre política genera más incertidumbre económica, un programa de Gobierno de Podemos hubiera sido mucho peor, un desastre”. Tanto para los mercados como para la evolución macroeconómica del país. Es decir, que, paradójicamente, hay profundo alivio en el mundo empresarial ante el fracaso de la investidura de Pedro Sánchez.

Para muestra el Ibex35, que no reaccionó ayer ante la parálisis gubernamental, sino que estaba más pendiente de la decisión del Banco Central Europeo y de las palabras de su presidente Mario Draghi. Asimismo, la prima de riesgo (el diferencial entre el interés del bono español y el alemán a diez años) siguió cayendo en la jornada de ayer en torno a un 1,2%, más que otros países como Portugal o Irlanda, en donde no se producía una votación tan importante como la que se celebró ayer en España.

Los expertos reconocen que no es tan mal escenario que la reforma laboral siga en vigor hasta al menos 2020 (si se hubiera formado un Ejecutivo de coalición entre socialistas y Podemos hubiera sido uno de los principales precios que hubiera tenido que pagar Pedro Sánchez). Tampoco que los últimos Presupuestos de Cristóbal Montoro, aprobados justo antes de la moción de censura de junio de 2018, sean los que estén permitiendo que el PSOE no haya generado más déficit público y que no pueda hacerlo mientras esté en funciones.

José Luis Feito, que fue presidente del Instituto de Estudios Económicos hasta hace apenas un mes explica a OKDIARIO que hay dos axiomas que son claros: “Mejor que no haya gobierno a un mal gobierno. Y mejor que haya un gobierno malo breve que un gobierno malo largo”. A su juicio, aunque España necesita nuevas reformas estructurales, el hecho de que no haya un Ejecutivo con Podemos es una buena noticia para la economía nacional. A comienzos de 2019, cuando se negociaban las Cuentas Públicas del PSOE que nunca salieron adelante, Feito comentó que “permitir a Podemos intervenir en los Presupuestos es como nombrar a Drácula ministro de Sanidad”.

Pero sí que hay retos pendientes, y algunos de ellos se pudieron observar en las propias estadísticas que se daban a conocer mientras que las formaciones cerraban sus discursos antes de que se produjera la votación que ha dejado a España sin Gobierno, al menos, hasta después del verano.

En primer lugar, los datos del empleo: según la Encuesta de Población Activa que se conocía este jueves el paro sube en términos desestacionalizados (eliminando los efectos del calendario) en el segundo trimestre un 0,53%, una cifra inquietante si se tiene en cuenta que esto no se produce desde el primer trimestre de 2013, cuando arrancó la recuperación.

Y en segundo lugar, las pensiones: solo en julio la Seguridad Social destinó la cifra récord de 9.662,13 millones de euros al pago de las pensiones contributivas, un 6,97% más que en el mismo mes de 2018, una factura que muestra la urgencia de hacer una reforma integral de la Seguridad Social que, sin gobierno, no será posible. “Si no se aborda la reforma de las pensiones, en cinco o seis años la situación podría convertirse en dramática”, avisan.

Las fuentes consultadas por OKDIARIO también apuntan a la necesidad de una reforma educativa y de la formación profesional: “Hacen falta reformas para ser más resistentes a ciclos adversos”, apuntan.

Sin duda, el escenario político que hay en España no es muy diferente al que quería el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, que dijo recientemente que «si no hay capacidad de un acuerdo, si hay elecciones, las encuestas dicen que se aclararían más las cosas». «Pues igual es mejor esperar a noviembre y tener un país más tranquilo que uno mas inestable a corto plazo», remarcaba el día de la Asamblea General de la patronal.

Los contactos entre el Gobierno y los empresarios han sido constantes en las últimas semanas y pueden haber sido determinantes (junto a la estrategia electoral) para que, finalmente, desde el PSOE no se hayan aceptado las exigencias de Podemos para que Pedro Sánchez fuera presidente.

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