MERCADO LABORAL

Alarma laboral: el paro desestacionalizado sube por primera vez desde que arrancó la recuperación

oficina de empleo
Oficina de Empleo en España en una imagen de archivo. (Foto: Flickr)

Los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) muestran una situación muy preocupante. El paro sube en términos desestacionalizados (eliminando los efectos del calendario) en el segundo trimestre un 0,53%, una cifra inquietante si se tiene en cuenta que esto no se produce desde el primer trimestre de 2013, cuando arrancó la recuperación.

Es decir, que si se descuenta el efecto de las vacaciones de Semana Santa y el comienzo de la campaña de verano, el paro estaría subiendo en España, según los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística, lo que confirma la tendencia a la desaceleración que se está observando en la economía y a la que el Gobierno quita importancia.

Por otro lado, aunque el empleo ajustado a efectos del calendario sigue creciendo, lo hace al menos ritmo desde el segundo trimestre de 2016, en el que sí que se produjo una reducción del paro. En realidad, según esta estadística el aumento de la ocupación se encuentra completamente estancada, ya que apenas avanza un 0,31%.

Sin desestacionalizar, los datos de la EPA también son malos. El descenso del desempleo es inferior a los registrados en todos los segundos trimestres de los últimos seis años, de forma que hay que remontarse hasta el segundo trimestre de 2012 para encontrar un dato peor: el que arrojó un aumento del paro de 63.100 personas.

Indicadores que confirman la desaceleración

Pero este no es el único indicador que apunta a la desaceleración, aunque sí el menos alentador, ya que muestra como la ralentización de la economía empieza a notarse en los hogares españoles. Hasta ahora, el Producto Interior Bruto ha pasado de crecer un 3% en 2017, a repuntar un 2,6% en 2018 a un 2,4% en lo que va 2019, según las estadísticas del propio INE.

Asimismo, el Indicador del Sentimiento Económico ha pasado de los 108,2 puntos en 2017, a los 108 en 2018 y a los 105 puntos en lo que va de 2019. La demanda de energía eléctrica, uno de los indicadores más evidentes que ayudan a pronosticar una crisis económica, también cae. Si el consumo de energía eléctrica corregido a efectos de calendario aumentó un 3,2% en 2017, en 2018 repuntó apenas un 0,3% y ahora se desploma un 2,4%.

Por otro lado, la matriculación de automóviles ha pasado de repuntar un 7,7% en 2017, a crecer un 7% en 2018. En lo que va de 2019 acumula una caída del 5,7%. Además, el volumen de exportaciones de bienes ha pasado de repuntar un 8,2% en 2017 a caer un 0,1% en 2018 de media. En 2019 está retrocediendo un 1%.

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