Viviendas

Quién es Liv Conlon, la británica que está amasando un imperio en España: «Financiará mi jubilación»

Liv Conlon
Liv Conlon.

Con apenas 26 años, la británica Liv Conlon ha logrado lo que muchos españoles aún ven como un sueño lejano: vivir de las rentas. Esto lo está consiguiendo gracias a un proyecto cuidadosamente estructurado que ella misma define como su «imperio inmobiliario español», que está principalmente enfocado al alquiler turístico y con una clara meta: financiar su jubilación.

Desde su residencia en Marbella, Conlon representa un perfil de inversora extranjera que ha encontrado en España no sólo calidad de vida, sino una plataforma sólida para construir riqueza a través del mercado de alquiler vacacional. Sus propiedades generan más de 140.000 euros al año, y lejos de conformarse, su objetivo es seguir comprando viviendas y ampliar su red de ingresos pasivos.

Comenzó a invertir a los 16 años

La historia de Conlon como inversora comenzó a los 16 años en Escocia. En ese entonces, transformó la vivienda familiar en un piso piloto, decorándolo para revalorizarlo y lograr una venta rápida y por encima del precio inicial. El éxito de esa operación le sirvió de impulso para especializarse en home staging, una disciplina que consiste en preparar propiedades para su venta o alquiler, maximizando su atractivo estético. Desde entonces, ha asesorado a cientos de mujeres que buscan emprender en este campo.

Ahora, su foco está puesto en España, donde combina su experiencia en decoración con inversiones estratégicas en bienes raíces. Conlon ya suma dos propiedades en su portafolio: un piso en Escocia y una villa en Marbella.

Sus inversiones

La joven británica compró un piso de dos habitaciones en su país natal por cerca de 188.800 euros, invirtiendo otros 47.000 euros en reformas. En Marbella, adquirió una villa valorada en más de 991.000 euros. Para financiar sus compras, asumió una deuda hipotecaria de unos 513.000 euros, con cuotas mensuales de 2.890 euros.

Ambas propiedades están destinadas al alquiler turístico, principalmente a través de plataformas como Airbnb, que le permiten generar ingresos constantes y a menudo superiores a los que ofrecería el alquiler residencial tradicional.

Liv también es madre de un niño de dos años, lo que ha impulsado su interés por construir un patrimonio sólido. Aunque su modelo de negocio es claro, aún no ha elaborado un plan de sucesión ni ha profundizado en herramientas jurídicas para proteger su legado.

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