GESTIÓN DE PATRIMONIOS

Claves que hay que tener en cuenta si eres un ahorrador muy conservador

Arbitraje
(Foto: GETTY/iStock).

Ahora mismo, los tipos de interés se encuentran en mínimos históricos. Este hecho, que tiene como objetivo estimular la actividad económica y la inversión, es un problema para aquellos ahorradores más conservadores con aversión al riesgo. Si hace unos años podíamos encontrar rentabilidades interesantes para los depósitos (¡hasta del 5% con una determinada vinculación!), actualmente apenas superan el 0%.

Consecuencia de estos bajos tipos de interés, los bancos tienen más problemas que antaño para captar ahorro. Se ha hablado, incluso, de la posibilidad que haya que pagar para tener depositado dinero en una entidad. Aunque es complicado que se extienda entre clientes particulares, la realidad es que algunos grandes bancos han empezado a cobrar a grandes inversores institucionales para ello.

Aunque la rentabilidad que ofrecen los depósitos es muy baja, aún hay inversores muy conservadores que prefieren esta opción antes que tomar el más mínimo riesgo. Para este perfil, al tomar la decisión, se recomienda que tengan en cuenta lo siguiente:

  • Interés ofrecido: es el aspecto más relevante, ya que es el beneficio que obtendrá la persona física o jurídica de su inversión. En ese sentido, recordar que actualmente son muy reducidos y difícilmente alguna entidad ofrecerá un interés superior al 0,25%.
  • Plazo del depósito: es el tiempo durante el cual, en principio, no se podrá hacer uso del dinero (a no ser que se pague una determinada comisión de penalización). Podemos encontrar alguna entidad que ofrece depósitos a un interés un poco superior a la media pero, en cambio, a plazos muy largos, como tres o cinco años. Hay que tener en cuenta que el escenario actual de tipos tan excepcionalmente bajos puede no mantenerse durante muchos años. Por lo tanto, el hecho de contratar ahora un depósito a un plazo tan largo puede imposibilitar la opción de acceder a mejores rentabilidades en un futuro no tan lejano.
  • Posibles vinculaciones adicionales: algunas entidades ofrecen depósitos el interés de los cuales aumentan de acuerdo a la vinculación del cliente con la entidad. Es decir, a más productos contratados (como por ejemplo los ingresos corrientes o los seguros), más elevado será el interés. En ese sentido, hay que vigilar con el coste de estos productos, especialmente el de los seguros. Una forma mediante la cual los bancos pueden recuperar margen es con los seguros. Por lo tanto, hay que valorar si la prima ofrecida por la entidad es competitiva o, por el contrario, está alejada de la media del mercado.
  • Fondo de Garantía de Depósitos: toda entidad financiera está adherida a este fondo que asegura el cobro del dinero depositado en ella hasta un máximo de 100.000 euros. Por lo tanto, en caso de disponer de una cantidad superior, es recomendable diversificarla entre distintas entidades.
  • Posibles ventanas de salida: la penalización para disponer de un depósito antes de tiempo acostumbra a ser alta. Para hacer atractivos los depósitos, algunas entidades ofrecen ventanas de salida; es decir, días específicos en los cuales es posible recuperar parte de la inversión sin afrontar ninguna comisión.

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