La nueva subgobernadora socialista del Banco de España: «Yo he venido aquí a jubilarme»
La recién nombrada subgobernadora del Banco de España, la socialista Soledad Núñez (67 años), ha declarado en varios corrillos en la sede del supervisor bancario que «yo vengo aquí a jubilarme» en vez de a trabajar, según fuentes conocedoras de la situación. Lo cual ha provocado un curioso movimiento en la cúpula del organismo.
La nueva subgobernadora es consejera del Banco de España desde 2018 y anteriormente fue asesora de la institución. Es decir, cargos que requieren un esfuerzo reducido con los que transitar tranquilamente hasta la jubilación. Su nombramiento como número dos -propiciado por la renuncia del PP a proponer un candidato para el cargo- debería trastocar esos planes, pero ella está decidida a que eso no ocurra.
De hecho, si se aplica estrictamente la normativa de pensiones del nuevo gobernador, José Luis Escrivá, debería jubilarse este año, aunque el reglamento del Banco de España le permite continuar hasta los 75. Núñez es socialista ‘pata negra’ y fue directora general del Tesoro con el Gobierno de Zapatero.
Como informó en su día OKDIARIO, varios altos directivos del supervisor se ven en la calle con la llegada de Escrivá. Una de ellos es Mercedes Olano, directora general de supervisión y protegida de la anterior subgobernadora, Margarita Delgado. Tras perder a su protectora, al escuchar las palabras de Núñez vio el cielo abierto. «No te preocupes subgobernadora, si tú no quieres viajar, yo viajo en tu lugar», le propuso en un intento de conservar su puesto.
Olano no sólo está cuestionada en el Banco de España, sino en el propio BCE (Banco Central Europeo), responsable de la supervisión de los grandes bancos españoles y, por tanto, en permanente contacto con su departamento. «En Frankfurt esperan el nombramiento de un nuevo responsable de supervisión tras la salida de Margarita», asegura una de las fuentes consultadas.
La campaña de Delgado
Como también informó este medio, Delgado está haciendo méritos para congraciarse con el PP atacando el nombramiento de Escrivá -que este martes toma posesión oficialmente- mediante su ninguneo, realizando un montón de nombramientos en los niveles inferiores para dejar las manos atadas al nuevo gobernador y filtrando noticias interesadas que le dejan mal.
El último ejemplo ha sido la dimisión del director general de servicios del Banco de España, Alejandro Álvarez, otro de los protegidos de Margarita Delgado que se veía fuera del cargo y que se ha presentado como un rechazo a Escrivá.
Las fuentes consultadas aseguran que esta salida no tiene nada que ver con la llegada del nuevo gobernador sino con la salida de Delgado. De hecho, Álvarez ha renunciado al cargo, pero ni a la categoría ni al sueldo (unos 200.000 euros anuales). Según el Reglamento de Trabajo del Banco de España, los directores generales mantienen el sueldo cuando cesan en su cargo. «Sólo ha renunciado al coche oficial», según otra de las fuentes. Es más, sigue apareciendo con su cargo en la web de la institución.
Para emponzoñar aún más las cosas, se ha filtrado también que Álvarez le negó al propio Escrivá la utilización del despacho que hasta ahora utilizaba Delgado, más moderno y funcional que el suyo. No es el primer gobernador que lo pide; ya lo hizo en su día Jaime Caruana. Con la dimisión del director de servicios, es de esperar que Escrivá ocupe finalmente el despacho de Delgado.
Álvarez ha tenido constantes enfrentamientos con la plantilla del supervisor -su cargo incluía la gestión de los recursos humanos- por todo tipo de cuestiones: cambios de horario (a cuya aceptación de han condicionado los ascensos), el control de acceso, la falta de convenio colectivo, el retraso en subir el IPC en las nóminas, etc.