Los notarios españoles han ingresado en los últimos 10 años más de 1.000 millones por firmar hipotecas
El Consejo General del Notariado ofrece sólo datos hasta el año 2014 en el que habla de que sus honorarios rondan los 600 euros para una hipoteca de 120.000 euros. Desde el año 2007, los notarios en nuestro país han firmado un millón y medio de hipotecas por lo que haciendo un cálculo aproximado y muy a la baja, estaríamos ante más de 1.000 millones de euros ingresados por estos fedatarios públicos, cuya figura no existe en el Reino Unido y en Países Bajos está más liberalizada, lo que hace que sus tarifas y costes sean mucho más bajos. Tan es así que la Comisión Europea ya recomendó en su momento su liberalización pues sus costes suponen millones de euros en ahorros para nuestros consumidores.
Al estallar el asunto de las cláusulas suelo hay quienes se preguntan por qué no se puede actuar contra los notarios. De hecho, ha habido incluso algunos de este cuerpo que han demandado a los bancos por las cláusulas suelo que ellos mismos a nivel particular habían suscrito.
José María Roldán, presidente de la AEB recordaba la pasada semana que no existe ningún acto bancario con mayores garantías que la contratación de una hipoteca pues cuenta con la presencia de un notario. Sin embargo y a la vista de lo ocurrido, muchos consumidores denuncian que para lo único que valen es para aumentar en hasta un 10% los gastos asociados a una hipoteca.
Por su parte, prestigiosos notarios consultados por OKDIARIO apuntan que en todo momento su colectivo ha informado a los clientes de lo que firmaban y que ellos no pueden entrar a valorar si una cláusula es abusiva o no, pues para eso están los jueces. Además, sus tarifas vienen impuestas por el Estado.
Ha habido incluso quien afirmaba que aquellos Agentes de Cambio y Bolsa que tras desaparecer su figura fueron reconvertidos en Notarios, son especialmente propensos a firmar asuntos con más ligereza pues no tienen la misma preparación ni conocimiento que los otros. Comentarios estos que se enmarcan en las «peleas» internas que siempre se dan en determinados colectivos.
Muchos notarios, sin desvelar el nombre, cuentan a este periódico que es muy cómodo decir ahora que todos somos tontos para que nos den dinero pero recuerdan que cuando se producían las firmas y hablaban de la cláusula suelo todos afirmaban; «ojalá haya que cumplirla». También apuntan que esta registrado en ley que la gente pueda pedir la hipoteca y antes de firmarla estudiarla durante tres días o que después de haberla firmado se expliquen puntos que no hayan sido lo suficientemente despejados.
Un notario instalado en el Barrio de Salamanca de Madrid afirmaba a este diario: «En 20 años que llevo con notaria abierta nadie, nunca, me ha pedido llevarse los papeles para estudiarlos previamente y después nadie me ha preguntado nada. Ahora, tras el fallo de las cláusulas suelo, recibo llamadas de consultas todas las semanas».
Otros notarios consultados afirman que nadie se va nunca de una notaría sin que le cuenten las cosas lo que ocurre es que a muchos les parece aburrido o no quieren que parezca que son unos ignorantes y dicen que sí a todo porque tienen ganas de que les den ya la casa, el coche o el dinero que han pedido para algún asunto.
Parece que la nueva Ley Hipotecaria que prepara el Gobierno, ofrecerá asesoramiento gratuito a los clientes en el proceso previo a conseguir un préstamo, para que antes de la firma, el cliente tenga toda la transparencia que ahora se reclama en este tipo de transacciones.
Los notarios consultados coinciden en destacar que este ataque reputacional no es bueno tampoco para su sector y que si la judicatura dictamina en contra de ellos, se terminará con uno de los actores que ha permitido que nuestro sistema hipotecario sea el más garantista y el más barato que ha permitido que más del 80% de la población española tenga una vivienda en propiedad. Advierten incluso de que modificaciones sustanciales futuras en la forma de proceder hará que las siguientes hipotecas sean más caras y más difíciles de obtener, lo cual redundará entre aquellas capas de la población que tienen más difícil acceder a los préstamos hipotecarios.