El Norte resiste la crisis turística: Asturias y Galicia sólo pierden el 10% de los turistas en verano

A estas alturas del año ya ha quedado bastante claro que el sector turístico será el más golpeado de la economía española por el impacto del covid-19. La campaña de verano ha sido en 2020 especialmente débil, como consecuencia de las numerosas restricciones impuestas por diversos países para contener el virus, lo que ha llevado al sector turístico español a registrar un desplome histórico de 39.903 millones de euros en su facturación respecto a los mismos meses de 2019.

Sin embargo, pese al hundimiento generalizado que han sufrido la mayor parte de comunidades autónomas y ciudades -liderado por Barcelona con una caída de un 93,7% y Madrid con un retroceso 88,2%, junto a los destinos insulares que registraron pérdidas de en torno al 80%-, Asturias se ha alzado como el ‘milagro’ de estas vacaciones con una caída de tan solo un 7,6% en el número de turistas recibidos en el tercer trimestre. Esta situación puede explicarse en parte, por la menor dependencia que tiene la región del turismo internacional, que ha sido el principal golpeado por la pandemia.

Del mismo modo, lo mismo ha sucedido con diversas ubicaciones de la comunidad gallega, como la Costa de la Muerte, donde la pérdida de turismo ha estado alrededor del 10%, muy lejos de los dramáticos datos presentados por otras zonas de España como las islas o la Costa del Sol. Estas últimas, siempre se han caracterizado por atraer un importante número de viajeros extranjeros, que este año han tenido que respetar las restricciones impuestas por sus gobiernos y mandatarios.

Otro de los factores que explica las buenas cifras recogidas por el Principado de Asturias es el hecho de que la comunidad ha mantenido un elevado control de la enfermedad dentro de sus fronteras, al igual que ha sucedido en la mayor parte de Galicia. Cantabria por su parte, también mantiene una situación favorable en relación con otras regiones y únicamente perdió en torno al 12% de su turismo de verano.

Demanda extranjera

El verano se ha visto condicionado por una demanda extranjera inexistente (con caídas superiores al 80% en número de noches y gasto) y una demanda española en niveles un 30% por debajo de la de 2019, a pesar de la libertad de movimiento. Ello ha sido debido a las cautelas a la hora de viajar ante el miedo al contagio y el predominio de productos de escaso impacto en la industria: desplazamientos de proximidad, predominio del coche particular, el uso de viviendas propias o de familiares o amigos, y un escaso consumo en propuestas de ocio.

Con todo ello y a pesar de ser su temporada alta, las ramas/empresas relacionadas con el turismo son las que más sufren el descenso de sus ventas en el tercer trimestre de 2020, según la Encuesta de confianza de Exceltur: hoteles (-70,8%), agencia de viajes (-82,2%), las empresas de transportes (-67,4%), el alquiler de coches (-62,6%) y las empresas de ocio (- 65,8%), mientras las empresas industriales caían un -11,2% , y las de servicios un -13,8%, hasta julio, según el INE.

El cuarto trimestre anticipa una situación límite, ante los nuevos rebrotes de la pandemia, con caídas de ventas de las empresas turísticas, estimadas de hasta un 77,6%. El deterioro de las expectativas se extiende por todas las empresas/subsectores y destinos de la cadena de valor turística.

Las previsiones de caídas de ventas para el cuarto trimestre se elevan al 82,7% en el caso de las agencias de viajes, al 82,5% en los hoteles tanto urbanos como vacacionales (con un descenso del 77,8% en Canarias que representa el 25% de todo el impacto turístico de España en estos meses), al 72,5% en las de transporte, el 70,5% en el ocio y el 60,1% en rent a car.