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No vuelvas a pedir así la cinta de lomo: el truco de un carnicero profesional para ahorrar un dineral

cinta lomo carnicería
Blanca Espada

Ir a comprar a la carnicería de nuestro barrio o del supermercado puede ser algo de lo más rutinario. Y lo que siempre solemos hacer es pedir esa cinta de lomo que nos sirve para comer cortada a filetes o para hacer por ejemplo al horno. Sin embargo, lo de pedir cinta de lomo como siempre es todo un error y no es que lo digamos nosotros, lo ha explicado un carnicero en redes, desvelando lo que en realidad, se tendría que pedir.

Este carnicero, que es conocido en Instagram como @el_as_carnicero, ha lanzado un consejo que está revolucionando la forma en que muchos hacen su compra semanal. No se trata de una técnica complicada ni de cortes que sean nuevos.. Solo hay que pedir algo distinto y confiar en que el profesional de turno nos sirva lo mejor. El truco consiste en no pedir cinta de lomo, sino que en su lugar, pediremos chuleta de cerdo. Sí, así de sencillo. Pero el cambio es enorme. Toma nota entonces, porque te explicamos a continuación, por qué este consejo puede suponer un antes y un después en tu compra de carne, y cómo aplicarlo para sacarle el máximo partido.

El error que casi todos cometemos al comprar cinta de lomo

Cuando vas a la carnicería y pides cinta de lomo o lomo fresco, lo habitual es que el carnicero coja una pieza deshuesada, limpia y te la corte en filetes, sin más. ¿El problema? Que te estás llevando menos producto por más dinero. Esa pieza, al estar ya limpia, ha perdido una parte importante: el hueso y las costillas que la acompañan originalmente, que también tienen carne, sabor y usos en la cocina.

De este modo, al pedir cinta de lomos sin más, lo que estás haciendo es pagar más por menos, y además te estás perdiendo la posibilidad de aprovechar otras partes de la pieza que se tiran o se venden por separado. Y aquí es donde entra el truco del carnicero profesional: si en vez de pedir cinta de lomo pides chuleta de cerdo, te llevas la pieza completa. Y con eso tendrás más versatilidad a la hora de cocinar el lomo y aprovecharás mejor la carne.

Puede parecer un cambio menor pero es más importante o significativo de lo que aparenta. Cómo explica el carnicero en su vídeo de Instagram, al pedir la chuleta de cerdo, te van a dar la misma parte del cerdo que incluye el lomo, pero esta vez con el hueso y las costillas, así, pagando menos podrás tener más carne, porque la chuleta entera no ha sido procesada ni deshuesada, y eso abarata el coste. Pero lo más interesante viene después: puedes pedir al carnicero que la prepare a tu gusto.

Pide la chuleta como quieras

@el_as_carnicero explica que tras decir que quieres chuleta de cerdo, entonces ya puedes pedir que te separen el lomo de las costillas, que te fileteen parte de la pieza para hacer filetes finos o gruesos, y que te dejen carne en las costillas para asar. Incluso los huesos pueden usarse para hacer caldos caseros que dan sabor a cualquier guiso. Todo eso con una sola pieza confirmando que podrás aprovechar la carne al máximo.

Más recetas, más sabor y menos desperdicio

Y es que lo bueno de pedir la chuleta entera es que te llevas mucho más juego en la cocina. No es como los típicos filetes de cinta de lomo, que sirven para dos o tres cosas contadas. Aquí puedes sacar varias opciones de una sola pieza. Las chuletitas, por ejemplo, quedan genial a la plancha o en la barbacoa. Los trozos más carnosos te van de maravilla para un guiso a fuego lento, y las costillas dan un sabor brutal cuando haces un caldo o una sopa.

Al final, vas a poder ahorrar y sacarle el máximo a lo que compras. Podrás cocinar con más variedad, volver a esos platos de antes y de alguna manera provocas que tu carnicero pueda hacer un corte cada vez menos solicitado pero como él mismo sabe, con mayor potencial.

En definitiva, detrás de un buen consejo siempre hay alguien con experiencia. Y en este caso, el perfil de Instagram @el_as_carnicero se ha convertido en una fuente útil para quienes quieren aprender a comprar mejor. Y uno de los puntos que más destaca es la importancia de la relación con el carnicero de confianza. No todos los cortes vienen ya empaquetados y listos. Muchos de los mejores productos, los más rentables, se obtienen cuando pides consejo, preguntas sin miedo y te dejas guiar.

Al establecer una relación de confianza con tu carnicero, puedes pedir cortes personalizados, adaptados a tu forma de cocinar y a tu presupuesto. Puedes preguntar si hay ofertas, si alguna pieza está más tierna esa semana, o si merece la pena llevarse un trozo entero en vez de varias bandejas sueltas.

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