No hace falta trabajar: la Seguridad Social va a regalar años de cotización a las personas que cumplan estos requisitos
Qué es la integración de lagunas que a partir de ahora se tendrán en cuenta
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Cuando se piensa en la jubilación, no sólo debemos tener en cuenta la edad sino también los años que se hayan cotizado, dado que en función de estos vamos a poder jubilarnos a los 65 años con el 100% de la pensión o es posible que tengamos que retrasarlo hasta los 67 años. Por ello, es sumamente importante tener en cuenta esos años cotizados, de modo que es posible que nos preocupe haber tenido que dejar de trabajar durante un tiempo.
Y es una preocupación lógica. Porque son muchas las personas que hasta encontrar un trabajo fijo, van encadenando trabajos temporales. O puede darse el caso de tener que dejar el empleo para cuidar de un familiar, o que simplemente no se haya conseguido mantenerse siempre activo en el mercado laboral. Y claro, cuando se acerca la edad de jubilación, es normal mirar atrás y preguntarse si esos huecos van a jugar en contra. Lo que no todo el mundo sabe es que la Seguridad Social contempla esos baches en la vida laboral y tiene una solución: se llama integración de lagunas. Un sistema que permite sumar meses de cotización aunque no se haya trabajado en ellos, lo cual puede ser un auténtico salvavidas para muchas personas que ven cómo su pensión podría quedar muy por debajo de lo esperado.
La Seguridad Social va a regalar años de cotización
La integración de lagunas es un mecanismo que aplica la Seguridad Social para rellenar los periodos en los que una persona no ha trabajado ni ha cotizado. Es decir, si en los años previos a la jubilación hay meses vacíos, sin ingresos ni cotización, el sistema permite completar esos huecos con bases ficticias.
Este sistema se aplica de forma automática cuando se calcula la base reguladora de la pensión, que en 2025 se obtiene a partir de los últimos 25 años cotizados antes de la jubilación. Eso equivale a 300 meses, y si en ese periodo hay algunos meses sin cotización, se rellenan con una base mínima que permite que sigan contando, aunque en ese momento no se estuviera trabajando. Es una medida que, en la práctica, puede traducirse en varios años cotizados “de regalo”, si se cumplen los requisitos adecuados.
Cuánto se suma sin haber trabajado realmente
Aquí viene lo interesante: los primeros 48 meses sin cotización que haya dentro de esos 25 años previos a la jubilación se rellenan con la base mínima de cotización vigente para un trabajador de 18 años. En 2025, esa base mínima es de 1.323 euros mensuales, lo que significa que cada uno de esos meses sin trabajo computará como si se hubiera cotizado por esa cantidad. Es decir, aunque no se haya ingresado nada, la Seguridad Social lo incluirá en el cálculo de la pensión como si sí se hubiese trabajado y cotizado.
Y si el número de meses sin cotizar es mayor, a partir del mes número 49 la base que se utiliza se reduce a la mitad, es decir, 661,50 euros por mes. Aunque sea menos, sigue sumando, y puede marcar la diferencia en pensiones ajustadas. Además, si en un mes determinado se ha trabajado solo una parte (por ejemplo, una semana o unos pocos días) el sistema también contempla la integración proporcional, siempre que la base total de ese mes no supere la mínima que corresponde.
Este detalle es especialmente relevante en situaciones donde hubo empleos parciales, contratos por días sueltos o trabajos de jornada reducida. En esos casos, no se pierde del todo el mes, sino que se completa hasta alcanzar la base mínima, como si se hubiera trabajado todo el tiempo.
Requisitos para acceder a la integración de lagunas
No todo el mundo puede acogerse a este sistema, y es importante saber si se está dentro del perfil. La integración de lagunas sólo se aplica a quienes están incluidos en el Régimen General de la Seguridad Social, es decir, a la mayoría de trabajadores por cuenta ajena. Quedan fuera, por ejemplo, los trabajadores autónomos, ya que su régimen no contempla este tipo de integración. También quedan excluidas aquellas personas cuya empresa haya dejado de cotizar por ellas sin justificación, ya que en ese caso no se trata de una laguna, sino de una infracción que debe ser investigada.
Por tanto, se benefician principalmente las personas con trayectorias laborales interrumpidas o inestables, especialmente mujeres que han dejado de trabajar por cuidado de hijos o familiares, personas mayores de 52 años que llevan tiempo sin encontrar empleo o quienes han encadenado trabajos temporales con periodos de inactividad. Para todos ellos, este sistema puede ser la diferencia entre una pensión escasa y una más digna.
También resulta útil para quienes, al llegar a cierta edad, se ven obligados a dejar de trabajar antes de poder jubilarse legalmente. Gracias a la integración de lagunas, esos años en blanco pueden computar parcialmente, evitando que se pierda el derecho al 100% de la pensión.
Qué hacer si crees que puedes beneficiarte
Si te suena todo esto y sospechas que podrías estar en una de estas situaciones, lo más recomendable es que solicites tu informe de vida laboral actualizado y revises cuántos meses sin cotizar tienes en los últimos 25 años. A partir de ahí, puedes acudir a un profesional o directamente a la Seguridad Social para comprobar si se ha aplicado correctamente esta integración en tu caso o si aún hay margen para mejorar el cálculo.
En muchas ocasiones, este sistema se aplica automáticamente al calcular la pensión, pero nunca está de más comprobarlo por tu cuenta, especialmente si tu vida laboral ha sido irregular. Un solo mes integrado puede suponer varios euros más al mes en tu pensión; varios años, una diferencia significativa en tu jubilación.