Manrique se refuerza en Sacyr y abre un periodo de “reflexión” para futuros cambios en el consejo
El presidente de Sacyr, Manuel Manrique, ha reforzado su poder en el consejo de administración de la constructora y ha logrado que no se produzcan cambios precipitados en la estructura del máximo órgano de gobierno de la empresa.
En la reunión que ha celebrado el consejo este jueves, previa a la Junta General de Accionistas, Manrique ha propuesto que cualquier modificación se produzca con consenso y se realice previo informe de la Comisión de Nombramientos, abriendo un proceso de “reflexión”. El presidente ha recibido el voto unánime del resto de consejeros.
De esta forma, José Moreno Carretero no ha logrado su pretensión de tener una mayor representación en el máximo órgano de administración de Sacyr. El empresario murciano quiere tener otro asiento en el consejo (ya dispone de uno) por la participación del 12,85% que dice tener en el capital de la constructora, a pesar de que la mayor parte está articulada mediante contratos de derivados con Citibank, que es quien ostenta la propiedad de los títulos de Sacyr.
El consejo de administración de Sacyr gana así tiempo para resolver la cuestión de la reestructuración de los representantes de los mayores accionistas, tras el intento de Moreno Carretero de asaltar la compañía para forzar un cambio de timón. El hombre que está detrás de esta operación es Luis del Rivero, histórico presidente de Sacyr (cuando incluía a Vallehermoso) y que fue destituido en 2011.
Según ha explicado Manrique, las debidas modificaciones en el consejo de administración se realizarán “sin prisa, con consenso y en el marco de las buenas prácticas de gobierno corporativo”, para lo cual será la Comisión de Nombramientos y Retribuciones la encargada de evaluar la composición del máximo órgano de gestión de Sacyr.
El presidente ha indicado que no está solamente sobre la mesa la posibilidad de que Moreno Carretero tenga otro sillón en el consejo, sino que se baraja la entrada de mujeres para aumentar la relación de paridad con respecto a los representantes masculinos y se analizará la composición de los independientes.
Además, hay que recordar que el grupo canario Lopesán se ha convertido recientemente en nuevo accionista de la constructora tras adquirir un 2,4% del capital, aunque en la reunión de este jueves la empresa hotelera no ha solicitado su entrada en el consejo.
Este movimiento accionarial tienen lugar en un momento en el que Sacyr está inmersa en una estrategia de crecimiento y expansión internacional, con un gran peso de sus divisiones de concesiones y construcción industrial. La posición financiera de la compañía se ha beneficiado de la liquidación de la deuda asociada a su inversión en Repsol, petrolera de la que es segundo máximo accionista con un 8,2% de su capital.
Además, los resultados del primer trimestre de 2017 auguran un buen año para Sacyr, tal como ha confirmado el propio Manrique durante su intervención en la Junta General de Accionistas de la entidad. Entre enero y marzo el beneficio neto del grupo creció un 39% sin extraordinarios, una tendencia «que previsiblemente continuará en los próximos trimestres».
Además, Sacyr alcanzó una cifra de negocio de 786 millones de euros en el primer trimestre de 2017, el 15,6% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Entre enero y marzo, el ebitda aumentó el 16,5%, hasta los 94 millones, con crecimientos de doble dígito en todas las áreas de negocio: Construcción (+14%); Concesiones (+16%); Servicios (+23%); e Industrial (+39%).
En estos momentos, por lo tanto, nadie discute la gestión de Manrique en el consejo y, si se confirma el interés del empresario murciano en apartarle de la presidencia, tendrá que enfrentarse con los socios de referencia de Sacyr: Disa Corporación Petrolífera, sociedad que controla Demetrio Carceller; el cofundador José Manuel Loureda y el grupo de alimentación Fuertes.
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